domingo, 17 de mayo de 2009

Lleva el caos a las galerías

Alejandro Paz





El artista se entrega al concepto y a la calle; Fidel Celada descubre que de ahí parten sus ideas, que ahora, en contubernio con la Arquitectura, invaden las salas de exposiciones.
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“Ésta te la puedo esquechar”, dice Alejandro Paz, el arquitecto y artista conceptual que intervendrá durante las próximas dos semanas la galería Carlos Woods Arte Anti-guo y Contemporáneo.

Alejandro sale del salón de sesiones de su estudio de Arquitectura en busca de un lápiz y un block de hojas en blanco; quiere que me haga una idea de cómo lucía Parábola, la obra con la cual intervino el Palacio de Exposiciones de La Habana en 2006, durante la famosa Bienal de arte de la ciudad caribeña.

Sus trazos sobre el papel son firmes y van formándose mientras habla de lo que dibuja. “El Palacio de Exposiciones es una construcción de la era soviética, fría, fea, cuadra-da, de unos seis metros de alto. Lo que hice fue modificar su octagonalidad; hice que lo cuadrado se volviera algo curvo por medio de un paraboloide hiperbólico”.

El término arquitectónico lo explica enseguida mediante el bosquejo. “Tiré un tensor de metal de la base de una columna al capitel y en la siguiente hice lo mismo en el sentido inverso. Hice esto a lo largo de 5 columnas. Luego tejí un entramado sobre los cables con cinta amarilla de precaución que había llevado desde Guatemala. El resultado fue la transformación del espacio sombrío en uno amigable, por el cual la gente podía pasear sin sentir el agobio del concreto”.

Pero hay algo que hace falta para comprender por qué esta “intervención” es arte y no simplemente la travesura de un arquitecto. Y eso es, precisamente, el concepto: “Lo que se logró con la cinta amarilla en la obra fue exactamente lo contrario de su función normal: evitar el paso de la gente a las escenas de crímenes”. Es esta última parte lo que más entusiasma a Alejandro del arte conceptual: “En esencia me apasiona partir de una idea, y que como artista deba pensar en cómo expresarla y hacer que la gente la perciba”.

Callejeras e iconoclastas
La intervención de Paz en la Bienal habanera corresponde al período actual de su producción artística. Antes, confiesa, sus obras pecaban de un “conceptualismo muy rígido, en el cual negaba las artes tradicionales, como la pintura o la escultura”.

En Genocidio, una intervención realizada en octubre de 2000, procedió a cortar muñecas típicas de la misma forma en que habían sido mutiladas las víctimas del ge-nocidio guatemalteco. Luego las desparramó en el suelo frente a la Torre de Tribunales en el Centro Cívico. Para la acción Guardaespaldas contrató a un guarura para proteger a una persona durante un día. Esta persona resultó ser un mendigo.

“Uno se propone hacer algo, pero nunca se sabe qué va a pasar”, reconoce el artista. De la gente que vio Genocidio cosechó indiferencia, asombro, enojo: “Las mismas actitudes que la gente adopta cuando mira el pasado”. En Guardaespaldas no pasó nada; “fueron dos seres anónimos dentro de la ciudad; fue una obra casi invisible, porque al mendigo no lo voltean a ver... pero funcionaron bien para sí mismos”.

Alejandro no alertó al público sobre estas y otras obras realizadas hace algunos años. “Siento que anunciar: ‘Y ahora, con ustedes, la intervención de Fulano de Tal’, va en contra de la espontaneidad. Realizar intervenciones sin previo aviso es algo que me alejó de las galerías pero me acercó al mundo”. De ellas tenemos noticia gra-cias a la documentación realizada del momento efímero en que sucedieron. “No soy tan radical para oponerme a que se registren; a final de cuentas el arte es comunicación, y esa es la manera de trasladarlas al futuro”.

Algo más que tienen en común las primeras obras de Paz es que eran callejeras y de alguna forma iconoclastas. Esto él se lo atribuye a las condiciones en que surgió la generación de artistas conceptuales a la cual pertenece (lea Generación conceptual).

“No teníamos en dónde exponer, así que lo hacíamos en las calles. Yo me negaba a la galería, a partir del espacio en blanco en las cuatro paredes. También evadíamos la comercialización del arte, porque no había de otra, y teníamos presente la parte social… pensábamos que si vivimos en una sociedad convulsa, nuestro arte debía enfrentarse con eso; este es un rasgo que compartimos con el arte conceptual del resto de Latinoamérica.

Tensiones, líneas e hilos
En las obras actuales de Alejandro, en cambio, domina una tendencia a expresar sus ideas utilizando elementos de la Arquitectura, “un arte como cualquier otro”, que es además su profesión.

“Lo que hice en la Bienal de La Habana tiene que ver con Migración, que presenté el año pasado en la exposición Yo y el otro del Centro Cultural de España (CCE), y con lo que estoy haciendo con Ruido lineal en la galería de Carlos Woods. En ambas, parto de una idea que rompe con la galería, e incorporo la tendencia que he tenido, aun como arquitecto, de trabajar con tensiones, líneas e hilos”.

“Migración estaba relacionada con el relato que me hizo un emigrante; como arquitecto he tenido contacto con trabajadores de la construcción que han sido deportados de EE.UU. Él me contó su periplo desde Guatemala hasta Tucson: 153 mil kilómetros de sufrimiento, con una gran cantidad de escalas. Decidí graficar el viaje con una línea, a una escala de 1:1000, y con inflexiones de ángulo equivalentes a los grados de las escalas con respecto a Guatemala”.

El resultado fue una sala del CCE, pulcramente pintada de blanco, invadida por una maraña de líneas negras que transmiten el agobio y la angustia de un emigrante en 153 metros (además, el emigrante del relato, al enterarse del proyec-to de Alejandro, se ofreció a realizar el montaje de la obra). De esta forma, Alejandro trasladó el “afuera”, el mundo con todo su caos, al ordenado interior de una galería.

Algo similar ocurre en el work in progress que sucede en Carlos Woods Arte Antiguo y Contemporáneo desde el pasado jueves. “Se llama Ruido lineal, porque mediante un trazo tridimensional formado por una línea continua, se invadirá la galería, provocando un ruido visual que, espero, haga que se cuestione la propuesta de Carlos: que las antigüedades y el arte contemporáneo pueden coexistir en un mismo espacio. Es un poco del caos del mundo exterior, aportado por el arte conceptual, que entra a convivir con la propuesta de la galería. Siento que con esto no me alejo de mis orígenes como artista; después de todo, la palabra convivencia tiene muchas con-notaciones”.

GENERACIÓN CONCEPTUAL
De los albores del nuevo milenio data el Proyecto de Arte Independiente (pai), promovido por Luis González Palma, Diana de Solares y Darío Escobar, y otros más. “Ellos hicieron convocatorias, como las que se hacen ahora, y llegamos unos chavitos, veinteañeros en aquel entonces: María Adela Díaz, Regina José Galindo, Juan Pablo Ríos y yo, entre otros”. Así recuerda Alejandro Paz su acercamiento a una diáspora de artistas conceptuales de la cual forma parte. “Luego surgió Colloquia, y nos acercamos a Belia de Vico y Rosina Cazali”.

Aquellos años fueron de ebullición para una generación de artistas que se volcaron al arte conceptual, y provocaron revuelo en círculos intelectuales y periodísticos. ¿Recuerda a Regina José Galindo colgada del Arco de Correos leyendo poemas? ¿O la mancha negra de carbón debajo de las filas del Ejército, provocada por Aníbal López, un 30 de junio? “Ellos son artistas de carrera; yo he sido mucho menos prolífico”, observa Alejandro. Pero esto no es obstáculo para que siga por ahí, interviniendo espacios.

LA ARQUITECTURA ES UN ARTE
No le cabe la menor duda a Alejandro Paz: la Arquitectura es un arte, como la pintura o la escultura, o incluso el arte conceptual. Con este último no comulgaba mucho Tono Prado, el arquitecto bajo cuya tutela se formó. “A él le debo mucho de lo que sé sobre la profesión, pero era más proclive a las artes tradicionales”. Danny Schafer también influyó en el arquitecto, graduado de la UFM en 2004. “Recibí clases con él, porque reprobé diseño en la universidad. Él era alguien que te enseñaba a ver, más que a dibujar”.

De cada una de estas influencias, cuenta Alejandro, tomó lo más valioso —“la parte rígida de Tono y la parte libre de Schafer”— cuando se independizó y abrió su propio estudio arquitectónico. Con él trabajan 5 jóvenes arquitectos. “Entre ellos está Gabriel Rodríguez, quien pertenece, junto a Jorge Linares y Alberto Rodríguez, a una nueva generación de artistas conceptuales. Estoy seguro de que escucharemos hablar de ellos pronto”.Entre sus proyectos se encuentran los Café Barista, la tienda Jungla, casas, edificios y un hospital que se construirá en Coatepeque.

INTERVENCIÓN
RUIDO LINEAL, DE ALEJANDRO PAZ. TRABAJO EN PROCESO HASTA EL 28 DE MAYO. EN EXHIBICIÓN HASTA EL 6 DE JUNIO. CARLOS WOODS ARTE ANTIGUO Y CONTEMPORÁNEO, 10 AVENIDA 5-49, ZONA 14. LUNES A VIERNES DE 10 A.M. A 12 P.M. Y DE 3 P.M A 7 P.M. SÁBADOS DE 10 A.M. A 1 P.M. ENTRADA LIBRE.

Música de museos

Samuel Franco
Los museos están de fiesta. El presidente de la Asociación que los agremia habla con José Luis Escobar del motivo de la celebración y de su trayectoria como sonidista y director del Centro Cultural La Azotea.
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Al cobijo de la sombra de un árbol cercano a los estacionamientos del Museo de Arte Moderno Carlos Mérida, Samuel Franco me habla de las actividades que restan en la agenda de alrededor de 30 museos guatemaltecos.

Mañana es el Día Mundial del Museo; por ello abrirán gratuitamente y han dedicado mayo a una serie de celebraciones. Franco, presidente de la Asociación de Museos de Guatemala (AMG) está particularmente complacido de que el Consejo Internacional de Museos (Icom, por sus siglas en inglés) haya decidido como tema de las celebraciones Museos y turismo.

“En Guatemala nos entusiasmamos mucho cuando lo supimos. Tomando en cuenta el potencial turístico del país, lo ideal es involucrar a todos los sectores de la industria del turismo y hacerles ver la gran relación que existe entre turistas y museos. Turista no es sólo el visitante extranjero, también lo es un grupo de estudiantes de Petén. El impacto de su visita es el mismo”, dice Franco.

La AMG, recapitula Franco, es una asociación joven. Se gestó en el año 2000 y él es su segundo presidente. Gladys Barrios, directora del Museo de la Universidad de San Carlos, es su predecesora y fue durante su gestión, en 2003, que Guatemala se adhirió al Icom. Este mismo Consejo sugirió que la junta directiva de la AMG fuera la misma para su contraparte en el país. Por lo tanto, Franco, al igual que el resto de la junta directiva, ejerce un doble cargo.

“Este año es muy significado para nosotros. Tuvimos un acercamiento con el Ministerio de Cultura y Deportes. En otros países los ministerios de cultura son los principales socios del Icom, que por ser una entidad autónoma no puede recibir entre sus miembros a entidades estatales, pero sí puede tenerlas como un socio”.

La unión hace la fuerza
Uno de los frutos de esta relación es un pequeño libro azul con un tiraje de 3 mil ejemplares: la guía del mes de los museos. Esta publicación marca diferencia con los trifoliares y folletos de años anteriores. Cuando tomé uno en una librería, me llamó la atención la calidad del papel. Me agradó descubrir que detallaba las actividades que celebran el Día Mundial del Museo y que era gratuito.

“Este año hemos tenido un excelente apoyo con la Subdirección de Museos de Guatemala a cargo de Brenda Porras. Ello hizo posible contar con un programa muy completo. Asimismo, el Ministerio ha apoyado muchas de las actividades”.

Franco me explica que la AMG reúne principalmente a los museos privados, pero da cabida a los estatales, y en ella pesa más la figura individual de los directores o representantes de los museos. Existe otra asociación de museos: la Red Guatemalteca de Museos (Guatemus). Hasta el año pasado a esta red se le conocía como Coordinadora Nacional de Museos (Conamus). Pero después de una reestructuración, amplió su campo de acción a los museos privados. Acá, los miembros son las instituciones, no sus directores.

“Después de esa apertura la Red nos invitó a participar. Ha sido muy bueno tener su acompañamiento porque somos pocos museos y no tiene sentido que este-mos separados ni que repliquemos actividades”.

Icom trabaja estrechamente con las Naciones Unidas y su oficina en Guatemala se suma también a la mancuerna AMG-Icom y Guatemus. “Este año es muy signi-ficativo porque contamos con el apoyo de las instituciones de cultura estatales e internacionales. Los programas, y los banners que hay por la ciudad son reflejo de ese soporte”, recalca Franco.

Museo, no mausoleo
En Guatemala, dice Samuel Franco, los museos se han propuesto cambiar la idea de que son casas para depositar piezas antiguas, en donde no sucede mayor actividad. “Ya el Icom ha dicho que debemos adaptarnos al período interactivo que vive la Historia, uno al que están acostumbradas las nuevas generaciones, las que no se limitan a ver una muestra, pues quieren interactuar”.

Decir al visitante “no se puede tocar” lo desmotiva, señala. Ante este escenario se ha pensado dotar de quioscos interactivos, la creación de páginas de Inter-net, recorridos virtuales para conocer parte de las exhibiciones físicas y la creación de una red departamental de capacitación que utilice los recursos virtuales.

“Creemos en esto y será uno de nuestros objetivos. Es un proceso largo y ambicioso. Estamos viendo la manera de hacer alianzas con los proveedores para lograr un paquete que permita la creación de los sitios, la comunicación por Internet y el suministro de equipo y software”. También se contempla hacer uso de las redes sociales virtuales.

“Tomando en cuenta el potencial turístico del país, lo ideal es involucrar a todos los sectores de la industria del turismo y hacerles ver la gran relación que existe entre turistas y museos. Turista no es sólo el visitante extranjero, también lo es un grupo de estudiantes de Petén. El impacto de su visita es el mismo”.

La casa de la música
“El proyecto de Casa K’ojom empezó como una aventura. Originalmente la idea era hacer un documental sobre la música tradicional maya”. Samuel Franco fundó este proyecto en los años 80 para preservar, a través de documentales, el patrimonio de la música nacional. Él mismo recogió con su equipo la mayoría del material audiovisual que alimenta el archivo de este centro, ubicado en el Centro Cultural La Azotea, en Jocotenango, Sacatepéquez.

Franco recuerda que en 1984 empezó a viajar por el país, regido por el calendario de las fiestas tradicionales. “En ellas pude ver a cofradías, ancianos con chirimillas, tam-bores y danzas tradicionales”. Con su equipo capturó cada sonido e imagen que pudo. Habló también con muchos, para recoger sus conocimientos sobre las danzas, y la interpretación o fabricación de los instrumentos musicales. El archivo del museo cuenta con 15 mil diapositivas, 400 horas grabadas en video y otras 150 horas en grabacio-nes de audio digital.

¿Qué llevó a Samuel a interesarse en un proyecto como éste? “La música”, responde. “Esa es mi profesión. Soy ingeniero de sonido, hago grabaciones, musicalizo, sonorizo” (lea “La música es un pasillo con muchas puertas”).

Dos años demoró el trabajo de campo de lo que Samuel concibió como una investigación, algo complementario a su carrera como sonidista. “En el camino también fui coleccionando instrumentos musicales tradicionales. En 1987 surgió la idea de hacer un centro de visitantes. Nunca pensé en un museo. Así nació Casa K’ojom, que en maya significa casa de la música”. El ingeniero no olvida la fecha de la apertura: 21 de junio. “Fue una coincidencia que años después declararan ese como el Día Internacional de la Música”.

Fue hace 21 años que el musicólogo tomó en alquiler tres locales aledaños al cementerio San Lázaro, en Antigua Guatemala. “Estaba retirado del centro de la ciudad, pero mejor, porque llegaron hasta allí los que verdaderamente tenían interés por la música”. Por entonces Samuel trabajaba para agencias de publicidad y había ganado experiencia en estudios de grabación. Los colegas de ese medio que asistieron a la inauguración de Casa K’ojom no le auguraron éxito con su proyecto. “Te vas a morir de hambre”, le dijeron ese día, cuando en medio de la pompa musical una cofradía de Santiago Atitlán llegó e instaló en el lugar un altar a Maximón.

A pesar de los vaticinios el lugar empezó a atraer a las visitas, especialmente a extranjeros y grupos estudiantiles. Por 13 años el centro funcionó en donde ahora se levan-ta el Mercado de Artesanías. Fue en ese lugar que K’ojom se hizo de un nombre y en 1991 recibió una invitación para exponer parte de sus piezas en una muestra itinerante en Estados Unidos. La exhibición duró dos años y visitó los museos de San Diego, Chicago y Texas.

Mudanza
“En 2000 el lugar se hizo pequeño y el desarrollo comercial de los alrededores del cementerio, ya no lo hacía óptimo para albergar un museo. El deseo de un traslado coincidió con un acercamiento con los propietarios de la finca cafetalera La Azotea, en Jocotenango. Ellos estaban con la inquietud de un proyecto cultural, mismo que se concretó en el Museo del Café”. Ambos museos integran hoy el Centro Cultural La Azotea, del cual Franco es director.

La proyección de material audiovisual aún constituye el fuerte del museo, y como complemento ahora se cuenta con cuatro salas de exhibición. Casa K’ojom continúa con la producción documental y además de temas nacionales, su fundador se interesa también por la cultura de otros pueblos.

Hoy proyecta un documental sobre la festividad del año nuevo en Nepal. Cuenta con otro, en proceso de postproducción, que trata de un viaje por los Himalayas (India) y en el cual habla de su etnografía. Samuel contempla dedicarse de lleno a proyectos individuales de este tipo y también tiene en la mira una investigación sobre la marimba. Cuenta ya con material filmado y con contactos en África y Asia, pues para hablar de la historia de la marimba no quiere limitarse a Guatemala.

“En África he visto marimbas de tecomates como las que se encuentran en Chichicastenango”. Con alguno de estos documentales, revela Franco, competirá en un festival audiovisual convocado por el Icom.

“La música es un pasillo con muchas puertas”
A los 17 años Samuel tuvo la oportunidad de viajar a Inglaterra para aprender inglés. Corrían los años 70 y asistir a los conciertos de grupos como Pink Floyd, Led Zeppelin o Deep Purple lo hizo fijarse en los operadores del audio. Al verlos supo que quería estar en su lugar, al frente de la consola de sonido.

Su gusto por la música prolongó a 3 tres años su estadía original de seis meses y tomó la carrera de ingeniería en sonido en la Universidad North London. “Soy como el sexto integrante de un quinteto. Tenés oído musical, pero no la habilidad para tocar”, me dice, al reconocer que lidia con una faceta de músico que nunca llevó a plenitud, recordando la temporada cuando el clima londinense lo hizo identificarse con la guitarra. De hecho, junto a sus compañeros de clase fue parte de un grupo. “Ni nombre le pusimos a la banda”, ríe ahora.

En una ocasión, en un bar, le preguntó a un tipo por qué llevaba en la manga de su playera la palabra Staff. “Soy parte del equipo de Jethro Tull”, le respondió. La conversación dio pie a hablar del trabajo que se hace detrás del escenario. “Llegué al medio más que todo por shute”, dice entre risas.

Esa charla terminó con una invitación trascendental: “¿Querés trabajar con nosotros? Necesitamos a alguien que nos ayude con el hielo seco”. Así fue como Samuel incursionó en el mundo musical, con ocho noches a cargo de suministrar el agua que necesitaba una máquina para crear el hielo seco.

A partir de entonces el joven buscó cuanta oportunidad de trabajo que su estatus de estudiante le permitiera tomar. “Compraba el periódico Melody Maker, que era la autoridad musical en Londres. Paré sirviendo café y ayudando en cosas menores en estudios como Trident Studios y Scorpio Studio London. También iba a discotecas como Tiffany’s en la que había conciertos de bandas como las de Gary Glitter y T-Rex”.

Difusor del rock
A su regreso a Guatemala, en 1975, Samuel encuentra trabajo en Discos de Centroamérica, Dideca. “Mi oficina era un cuarto con un tocadiscos, dos bocinas y una gran fila de discos. Por tres años escuché la música en inglés que Dideca se encargaba de comerciar en Centroamérica”.

Franco empezó a alternar su papel de curador musical con la de locutor. “El que es de mi época lo va a recordar. Tenía una franja de rock en Exclusiva, una radio en AM. Transmitía de 11 p.m. a 1 a.m. Las radios entonces no apostaban por esta música y ese fue el único espacio que obtuve. Aun así la gente llamaba; desde estudian-tes universitarios desvelados por alguna tarea, hasta noctámbulos que se iban debajo de algún puente”.

A Exclusiva siguió la experiencia en Radio Juventud y Estéreo Especial, esta vez a ritmo de jazz y géneros alternativos. Y, además, ejerció el periodismo al frente de un suplemento musical semanal, Monitor, que se incluyó, primero, en la edición sabatina del diario El Gráfico, y después en La Hora.

“La música es un pasillo con muchas puertas. Yo probé en varias”, dice Samuel. Antes de focalizarse en los documentales musicales que dieron vida a Casa K’ojom, tam-bién tuvo una etapa como productor de espectáculos: rentó equipo de audio para conciertos, tuvo un contrato en una discoteca de Panajachel (Autóctonos), y luego en otra de la capital (Déjà vu) en la que se presentaron grupos como Alux Nahual.

“Pero me cansé de todo eso. Habían sido 10 años de lo mismo y ya no quería seguir desvelándome. Así apareció una puerta más y puedo decir que lo que encontré de-trás de ella me hizo saber que era la indicada en mi caminar”.

Su Santidad
La primera visita de Juan Pablo II, y el Instituto Guatemalteco de Turismo harían que el ingeniero se involucrara en la sonorización de un audiovisual que recogió el paso del Papa por el país. La cinta se proyectó después en todas las cabeceras departamentales.

“La gente estaba acostumbrada a ver a Rambo en el cine, nunca se había visto en la pantalla. Su reacción me hizo descubrir que sería muy rico realizar un trabajo sobre nuestras costumbres. Fue así que dije: esto quiero hacer, proyectos que devuelvan algo a nuestra gente. Esto es el origen de lo que hoy es Casa K’ojom”.

Pero no todo se redujo al folclor. La preparación en el extranjero y el trabajo logrado con el documental sobre el Papa hizo que Samuel fuera buscado por la National Geograp-hic, las cadenas de noticias BBC y ABC, y por un estudio de Hollywood (película La jurado), como consultor para recrear pueblos de Guatemala en sets de México y Estados Unidos.

Los 10 años que trabajó sonorizando documentales para las cadenas internacionales lo involucraron en diferentes proyectos; sólo uno de ellos requirió la visita a 52 ciuda-des estadounidenses y canadienses, realizando documentales culturales.

Otros trabajos en los que participó fueron premiados en certámenes europeos, como los documentales sobre la caída del muro de Berlín, la contaminación nuclear cau-sada por la planta de Chernobyl (Ucrania), los daños a la salud de los habitantes y trabajadores de la mayor fábrica de acero de Siberia (Rusia), y la agonía del mar Aral (Asia Central), debido a la apropiación, por uso agrícola, de los ríos que lo alimentan.

“Después de todo esto puedo decir que ya estoy en otra etapa de mi vida. Ahora lo que quiero hacer es dedicarme a producir proyectos independientes, pero de temática global”, dice el presidente de la AMG.
DESCARGUE LA AGENDA
Visite el blog de Magacín (magacin-gt.blogspot.com) y conozca todas las actividades programadas por los museos para festejar su día durante todo mayo. Habrá circuitos en la capital y Antigua Guatemala. Charlas, exhibiciones de video, inauguración de salas y exposiciones, así como actividades para académicos, estudiantes y niños. Además, encontrará los contactos de cada museo para ampliar la información de la agenda.
T. José Luis Escobar jescobar@sigloxxi.com
F.
Cecilia Cobar ccobar@sigloxxi.com

Julio Serrano abrió paca (literaria)

Julio Serrano | Editor y escritor
La dicotomía de su lenguaje caracteriza a este editor de libros en línea. Eso nos cuenta Gabriel Arana, quien le pregunta por sus próximos proyectos.
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No se trata de textos de segunda mano. En realidad son escritos reinterpretados por sus propios escritores, de ahí el nombre de la lectura que Julio Serrano, editor, poeta, y narrador, organiza mañana en la librería Sophos.

En la actividad participarán Denise Phe-Funchal, Juan Pablo Dardón, Claudia Navas, Gabriel Woltke, Gerardo Sandoval y Arnoldo Gálvez Suárez, ganador del Premio Mario Monteforte de Novela de este año.

Serrano, quien ha logrado convocar a esta heterogénea gama de escritores, de distintas edades y géneros, es responsable de la editorial Libros Mínimos, que desde 2008 difunde las letras centroamericanas en Internet con ediciones en PDF gratuitas.

“El PDF es un formato estándar para publicaciones digitales; en muchos sentidos es lo más parecido a la idea de libro en el mundo de la informática. Nos permite almacenar y distribuir libros, y puede provocar maravillosas versiones impresas por los lectores en sus casas” explica.

En Libros Mínimos se encuentra parte de la colección de títulos publicados por la desaparecida Editorial X, como El cuarto jinete, de Ronald Flores; (...) y otros relatos breves, de Javier Payeras; 6 cuentos para fumar, de Byron Quiñonez; Crónicas suburbanas, de Francisco Alejandro Méndez, y Encierro y divagación en tres espacios y un anexo, de Maurice Echeverría. También se incluyen Testamentofuturo, de Alan Mills; Bizarro, de Simón Pedroza; El ojo en la vela, de Eduardo Villalobos; Los poemas de Sam, de Juan Pablo Dardón, y A 1000 o La Vida Muerta I, de Héctor Hernández Montecinos, entre otros títulos.

El editor es quetzalteco, pero su acento es más cercano al de la capital que al del sexto estado. Su jerga es, en realidad, una mezcla de lenguajes, y es notoria cuando habla, cuando escribe y en cada uno de sus proyectos literarios.

“En principio Se abre paca es una lectura temática, que convoca a ciertos autores un lunes al mes. Ese día leen en torno a un tema algo lúdico, con sentido del humor; en este caso los autores reescribirán un texto de su predilección a manera de plantear la reescritura. Tratamos de convocar a una fiesta en las lecturas. Ya tuvimos Nación alienígena y Palabrotas de esquina, ambas en el mismo tono”. Agrega que esta intervención literaria no se queda en palabras, pues se preparan pequeñas compilaciones. “Son publicaciones en colaboración de Libros Mínimos y las revistas en línea Primer Palabra y Luna Park”.

El secreto de Serrano es la adaptación; si se trata de hablar de cualquier tema, utiliza palabras coloquiales, tan simples y corrientes que a manera de broma dan la idea que es uno más del montón con bajos conocimientos de todo.

Pero las apariencias engañan, porque si se trata de literatura, política o cualquier abstracción filosófica las cosas cambian; su tesitura es otra, sus palabras son otras. Inicia la conversación con un “¿qué pasó Rex cómo le baila?” y responde a una pregunta sobre su siguiente proyecto con un lenguaje más formal.

“El 28 de mayo se presentará la antología Cuento macho. Es un ejercicio parecido al de las lecturas; lo que buscamos es crear diversos registros semánticos de ciertos temas. Como snapshots literarios, convocamos a autores a que escojan o creen un texto como eco de una palabra, en este caso la palabra fue macho; con esto queremos plantear una suerte de radiografía textual del eco de una palabra. Al convocar el proyecto no se dio mayor explicación, sólo a qué les sonaba la palabra, es decir, cuando pensás en el signo macho, qué escoges de tu trabajo literario, o qué escribís a partir de ello. De tal forma que esta antología no es una reflexión de género per se; está más cerca de un reflejo, de una elaboración discursiva que tiene igual número de visiones que de autores. Es una especie de reto, sería interesante ver qué lee la academia en estos textos”.

LECTURASE ABRE PACA. 18 DE MAYO, 6:30 P.M. LIBRERÍA SOPHOS, 4A. AVENIDA 12-59, ZONA 10. PLAZA FONTABELLA. ENTRADA LIBRE.

T: Gabriel Arana. garana@sigloxxi.com
F: Morena Pérez Joachin. mperez@sigloxxi.com


AGENDA

Teatro
Un monstruo llega al teatro

El Monstruo en la calle de colores, el cuento infantil de Mario Payeras, ha llegado al teatro de la mano de la danza. Para la adaptación Gilia Canessa y Alejandra Bolaños cuentan con el apoyo de los integrantes del grupo Momentum, de manera que la danza contemporánea da pie a que el público disfrute de una historia narrada con danza-teatro.

La historia de un monstruo solitario que pasa sus días en una calle de la ciudad, sin jugar y sin amigos. Como a este personaje no le gusta espantar o hacer maldades, los niños del barrio se acercan a él, y, a través de juegos, le enseñan al monstruo a ser feliz.

Jugando Construimos Paz, asociación encargada de este montaje, desea llamar la atención de los niños de una manera entretenida. La obra pretende interesarlos en los juegos típicos de Guatemala, como los barriletes o el avión, para que los conozcan y se diviertan con ellos.

16, 23 Y 30 DE MAYO, 4 P.M. TEATRO DICK SMITH (IGA), RUTA 1 4-05, ZONA 4. ADMISIÓN Q40

Pintura
Arte y testimonio
DEL 21 DE MAYO AL 30 DE JULIO. MUSAC, 9A. AVENIDA 9-79, ZONA 1. L.-V. 9:30 A.M. A 5:30 P.M. S. 9:30 A.M. A 17:30 P.M. Q1
25 obras muestran bajo la perspectiva del arte, el testimonio del pintor Roberto Cabrera sobre el conflicto armado. Estas pinturas fueron creadas por el artista e investigador en la década de los 70 y 80, que dejaron una marca de dolor en la historia del país.
Música
Coro en La Merced
21 MAYO, 7:30 PM. IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES, 11A. AVENIDA 4-49, ZONA 1. ENTRADA LIBRE.
En el atrio de la iglesia de La Merced se presentará la Sociedad Coral del Centro para las Artes de Chimaltenango. Interpretará música religiosa y secular, con una combinación de voces y tonalidades.
Arqueología
Para admirar el pasado
20 DE MAYO, 6 P.M. MUSEO CARLOS F. NOVELLA, 15 AVE. 18-01, ZONA 6. ENTRADA LIBRE.
El Museo Carlos F. Novella continúa creciendo. Inaugurará la ampliación de la Sala llamada Preservando el pasado y construyendo el futuro de la Cuenca Mirador, con un importante legado de piezas mayas.

Diseño
Imaginación plasmada
19 DE MAYO, 6 P.M. MUSEO DE ARTE MODERNO CARLOS MÉRIDA. FINCA LA AURORA, ZONA 13. Q5
Una hoja en blanco y creatividad. Esto utilizan los diseñadores gráficos guatemaltecos para crear un mundo visual partiendo de la imaginación. Ellos compartirán con el público sus experiencias en la elaboración de la gráfica chapina.
Magia
Arte de ilusión
HASTA EL 30 DE MAYO. TEATRO DICK SMITH (IGA), RUTA 1 4-05, ZONA 4. VIERNES Y SÁBADOS: 8 P.M. DOMINGOS 11 A.M. ADMISIÓN: ADULTOS, Q100; NIÑOS, Q50.
Varios magos realizarán sus mejores trucos para dejar la boca abierta de los espectadores. El ilusionismo producido por estos hombres podrá verse en un festival de magia de cinco días.
Televisión
Noche prehistórica
NAT GEO. 17 DE MAYO, 6 P.M.
Tres horas para conocer más acerca de los misterios de nuestra prehistoria. Un especial dedicado a episodios estreno de Dinosaurios extraordinarios en el primer bloque de una hora y en el segundo El mamut bebé en un especial de dos horas. Este último dio un revuelo a la comunidad científica como nunca antes en los últi-mos 10 años.
Documental de género
HBO, 18 DE MAYO, 11 P.M.
La última década del siglo XX fue para la República Democrática del Congo una época anegada en sangre y muerte, en la cual todos sufrieron por igual. Sin embargo, el documental The Greatest Test Silence: Rape In The Congo muestra las vejaciones a las que fueron sometidas miles de mujeres durante ese conflicto armado.
Dúo mediático
CINEMAX. 23 DE MAYO, 2:20 P.M.
Durante los últimos 30 años, el cómic y el mundo del cine han encontrado una amistad que cada vez es más difícil de romper. El documental Comic Books Un-bound muestra cómo las principales casas editoriales de superhéroes como DC Comics y Marvel, son una mina de oro para los grandes estudios de cine.

El antídoto de Francisco Goldman



Maurice Echeverría reseña el libro del escritor y periodista estadounidense, un trabajo serio con ocho años de investigación detrás que se sumerge profundo en el caso Gerardi.
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Pura música editorial. Anagrama ha puesto en circulación El arte del asesinato político, un libro que muchos guatemaltecos leyeron pero también que muchos guatemaltecos dejaron de leer, por estar originalmente en inglés.

Ya en español, la experiencia se vuelve más íntima, más aborigen, más democrática. Cuando surgen las traducciones es que hay dignidad literaria y —en es-te caso específico— periodística y moral.

Y moral y periodística. Guatemala como guerra teológica entre segmentos de información y desinformación. Mitos colocados como bombas en la ciudad histórica. Estamos hablando de todos esos testimonios falsos o retractados, de todos esos informantes y desinformantes, de tantas mentiras y parodias legales, que mentalidades prejuiciosas absorbieron con avidez malsana. Los argumentos son sustituidos por percepciones erráticas. Cualquier caricatura vulgar basta para impregnar la conciencia social. Como si Hamlet, en lugar de hacer una obra de teatro para desenmascarar al asesino de su padre, hiciera una obra de teatro… para encubrirlo. Un antiHamlet.

El libro de Goldman es un antídoto a todo ello. Un trabajo de periodismo serio. Ocho años de investigación. Fuentes de primerísima mano.

Las condiciones para un local de ejercer el periodismo de aliento —esto es: un periodismo que rebase el formato del periódico, y busque el libro largo— son mínimas. ¿Quién aquí está realmente en condiciones de hacerlo?

El extranjero Goldman —él sí— pudo reunir las condiciones para manufacturar una obra masiva de 528 páginas, de potencialidades cinematográficas, y desde el título magnífico. Es un libro paciente: uno intuye que para escribir esas 528 páginas tuvo que escribir e investigar muchas más, además del formidable trabajo de campo (Goldman se mantuvo extremadamente cerca del proceso; fue el único periodista presente en la exhumación de Gerardi, por ejemplo).

El arte del asesinato político es un viaje a la ingeniería del terror, versión Guatesádica, sin fabulosos Grissoms en la escena del crimen ni sofisticados programas de protección al testigo. Un ABC de cómo funciona la inteligencia militar en el país, con toda su estructura de intimidación. Además de Gerardi, hubo muchos muer-tos en el caso Gerardi. Esta momia de Tutankamón llevó a muchos a su destino maldito.

Entonces era necesario que algo tan asqueroso fuera contado con limpieza, orden y estructura. Goldman reintegra toditos los pormenores del caso a la crónica, recrea los hilos digitales de la investigación, reconstruye minuciosamente escenarios (por mencionar algo, los detalles de lo que comía Balú, o el reinado de Lima Estrada en la cárcel), y logra hacerlo sin aturdir ni fatigar al lector.

Puntillismo informativo, ebullición de datos, celebración periodística. Goldman pone la mirada donde otros no lo hicieron. El libro parte del crimen, atraviesa la investigación, concibe la parte jurídica, en un arco fascinante que lo deja a uno sin aliento, hasta llegar a un epílogo escrito en el 2008, con objeción a detracto-res, y toda clase de jugosos datos recién cortados.

La cantidad de viñetas periodísticas es admirable. Las partes descriptivas articulan tremendamente el relato (así la descripción de la sala del juicio). Y todo el tiempo el lector sentirá vecindad con los personajes (desde los intrépidos Intocables hasta el Padre Orantes, desde Édgar Gutiérrez hasta un charlatán Reverte Coma, desde el fiscal Zeissig hasta el coronel Lima Estrada).

Un thriller político de Tercer Mundo, que será para siempre la envidia de todos los novelistas de ficción.

Pero más allá de lo palpitante del relato, el libro es valioso como una visión consistente del caso Gerardi. En general, los guatemaltecos guardamos en la memoria varios momentos de la historia, pero nunca la secuencia entera. Y es en la secuencia donde está el auténtico insight. Es valiosísimo ver el caso en su versión alongada, y no por meros fogonazos mediáticos. El libro es útil para aquellos que simplemente no tuvieron la energía para seguir el caso y sus inflamadas bifurcaciones.

Después de leer El arte del asesinato político, uno se queda con la impresión de que el caso Gerardi está mucho más resuelto de lo que varios piensan.

El arte del asesinato político, ¿Quién mató al obispo?, de Francisco Goldman. Anagrama, 2009. 528 páginas

T.
Maurice Echeverría e_memo@live.com

Novedades

Libros Completamente inmaculada
Francisco Méndez. Editorial Cultura.
Esta obra se editó por primera vez en Costa Rica (2001). Ahora se reedita en el país. De ella, Margarita Carrera escribe: “La obra es un vaivén entre relatos amorosos y reuniones báquicas. Eros y Baco son los dioses venerados en la narración, con un lenguaje suelto, descarnado y fácil de leer”.
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LIBROS
Completamente inmaculada
FRANCISCO MÉNDEZ. EDITORIAL CULTURA
Esta obra se editó por primera vez en Costa Rica (2001). Ahora se reedita en el país. De ella, Margarita Carrera escribe: “La obra es un vaivén entre relatos amorosos y reuniones báquicas. Eros y Baco son los dioses venerados en la narración, con un lenguaje suelto, descarnado y fácil de leer”.

MÚSICA
Rituals
NICOLA CONTE. UNIVERSAL.
Este italiano deja la bossa que marcó su anterior disco y ofrece 13 temas cantados a ritmo de nu-jazz. Ahora, cobra notoriedad ese toque sutil a base de bongos o claves y batería. Los ingredientes justos para abandonarse por completo a la escucha, por espacio de 79 minutos.

Todavía
MATT JENNINGS. MATT JENNINGS MUSIC.
Este músico confiere a su disco un sabor flamenco y lo hace con la voz y las cuerdas de su guitarra. Todavía, sería un disco más si su autor no fuera un estadounidense que incursiona en el gusto hispano, cantando y escribiendo en español. Su estilo se asocia al de Jack Johnson o Ben Harper.

CINE
Okuribito (Departures)
YOJIRO TAKITA. SHOCHIKU.
Al perder su trabajo, Daigo vuelve a su pueblo natal junto a su esposa, para cambiar su talento de violonchelista por el de enterrador. En el ritual de la muerte encontrará la fuerza que faltaba en su vida. Esta producción japonesa ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

El material humano

Rodrigo Rey Rosa


Hace unos días me enteré de algo que no deja de hacerme gracia. En el Archivo tienen un apodo para mí: “el Matrix”. Tengo que reconocer que en ese lugar me siento como Un’oca in un clima d’aquile. ¿Es posible que mis hallazgos allí estuvieran dirigidos, es decir previstos?, me pregunto a veces.
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Hace unos días me enteré de algo que no deja de hacerme gracia. En el Archivo tienen un apodo para mí: “el Matrix”. Tengo que reconocer que en ese lugar me siento como Un’oca in un clima d’aquile. ¿Es posible que mis hallazgos allí estuvieran dirigidos, es decir previstos?, me pregunto a veces. “Te dejan ver sólo lo que quieren que veas, ¿no? —me dijo un día B+—. ¿Entonces, qué podés esperar?”

Como en una parábola de Kafka, para ingresar en el polvoriento laberinto que es el Archivo de La Isla, bastó con pedir permiso. Dentro, cuarto oscuro y húmedo tras cuarto oscuro y húmedo, todos llenos de papeles con su pátina de excrementos de ratas y murciélagos; y, pululando por ahí, más de un centenar de héroes anónimos, uniformados con gabachas, protegidos con mascarillas y guantes de látex —y vigilados por policías, por círculos concéntricos de policías, policías integrantes de las mismas fuerzas re-presivas cuyos crímenes los archivistas investigan.

Lunes.
Largo y angustioso sueño de persecución policíaca —el perseguido soy yo. Dirige la cacería un personaje que supongo que mi subconsciente creó inspirado en el viejo Tun. Desconozco el motivo por el que me buscan. Me han dado una tregua, un plazo para que salga del país, y el plazo está por terminar.

Consulto con varias personas —mi padre, Gonzalo Marroquín y un abogado de reputación dudosa—; todos me aconsejan que me vaya. Pienso en Pía. No quiero estar lejos de ella, digo. “Pero —replica Gonzalo— tampoco querés que tenga que ir a visitarte en la cárcel”. Cita ejemplos de varias personas que conocemos que han ido a parar en la cárcel en los últimos días. Han sido capturadas por órdenes de Tun —me explica— y a pesar de ser gente influyente parece que no les será fácil recobrar la libertad. Pienso en esconderme, pero tengo poco tiempo para dar con el escondite ideal.

De pronto, estoy corriendo escaleras arriba en una casa circular con techo cónico que tiene mucho del rancho de Petexbatún —maderamen magnífico, altísima techumbre de palma—, sólo que ésta tiene varios pisos y cuartos y es muy enredada. Unos policías me buscan en el piso inferior; yo ya estoy escondido cerca del vértice de palma. Los policías desisten y vuelven a salir. No me atrevo a moverme, aunque estoy en una posición imposible, con dolor en el cuello y la espalda.

Después de un silencio que me parece muy largo, oigo que hay gente en el exterior. Reconozco la voz de mi madre, que habla con otras mujeres. Desciendo de mi escondite con dificultad. Salgo de la casa. Las mujeres, me doy cuenta, son un grupo de Madres Angustiadas. Me dicen que tengo que irme de ahí, que seguirán buscándome. No puedo quedarme en el país. El sueño, que recuerdo borrosamente después de ese momento, sigue por carreteras que atraviesan montañas, desfiladeros y barrancos. Me doy cuenta de que voy hacia Belice, pensando en cuánto tiempo pasará antes de que vuelva a ver a Pía.

Martes 1 de mayo.
Termino de leer el Fouché de Zweig.
La idea de ofrecerle mis “servicios” a la nueva ministra de Gobernación pasa inesperadamente por mi cabeza.

Miércoles.
Noche sin sueños.
Ayer, excursión al Tular con Pía. Fabricamos más “bloques Barceló”. Le digo a Pía que vamos a hacer una casa de muñecas con estos bloques. “¿Una casa donde yo quepa?”, me pregunta. Le aseguro que así será. Por la tarde paseamos a caballo por el bosque viejo y nadamos en la piscina.
No vi a B+ ayer; otro pequeño disgusto. Me manda un mensaje de texto, a eso de las seis de la mañana, para quejarse de lo que llama “mi horrible orgullo”.
Intenso dolor lumbar.
Leo las Memorias de Voltaire, que apenas había hojeado en París. En las primeras páginas, cuenta cómo el rey Federico Guillermo de Prusia quiso (pero no pudo) hacer cortar la cabeza a su hijo y heredero Federico, que quería dejar el reino para correr mundo. Parece —dice Voltaire a modo de conclusión— que ni las leyes divinas ni las huma-nas expresan clarame nte que un joven deba ser decapitado por haber tenido el deseo de viajar.

Diez y cuarto.
Breve entrevista con Benedicto Tun. Hacemos cita para mañana a las diez en su despacho. Tiene —me dice— dos dictámenes importantes que hizo su padre y que quiere enseñarme. Le digo que, durante mi visita anterior, vi que al lado de su despacho estaba el de Arturo Rodríguez, militar de izquierda protagonista de un intento de golpe de Estado contra otro militar, Miguel Ydígoras Fuentes, durante cuyo gobierno comenzó la primera gran ola represiva de los años sesenta. Le pregunto si su padre y Rodríguez fueron amigos. Dice que no, que él, en cambio, tiene cierta amistad con Rodríguez y que, si quiero, más adelante puede presentármelo.

Cuidadosamente, saca una foto de un cajón para enseñármela: se trata del bautizo del hijo mayor de Miguel Ángel Asturias, Rodrigo, futuro jefe de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA) y la Unión Revolucionaria Guatemalteca (URNG). Lo bautiza monseñor Rossell y Arellano, que unos años más tarde sería arzobispo de Guatemala. El padrino es Ydígoras Fuentes, ni más ni menos. Le pregunto dónde la obtuvo. Dice que la encontró entre los papeles de su padre.

Llamo al jefe; está en una reunión —me dice— y me llamará más tarde.

I. Alejandro Azurdia aazurdia@sigloxxi.com

*ESTE ES UN FRAGMENTO DE EL MATERIAL HUMANO, LA NUEVA NOVELA DE RODRIGO REY ROSA (GUATEMALA, 1958). HA SIDO EDITADA EN GUATEMALA POR EDITORIAL ANAGRAMA EN ASOCIACIÓN CON LA LIBRERÍA SOPHOS.

El jardín secreto de Antigua


En el casco central antigüeño José Luis Escobar halla un refugio botánico, en el cual se puede descansar y saciar el apetito.
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SABE RICO
6a. Avenida Sur #7,
Antigua Guatemala.

No lo puedo creer. Apenas me alejé cuadra y media del parque central y estoy descansando en una hamaca, en medio de un jardín, en pleno centro de Antigua Guatemala. El canto de las aves me acompaña y los árboles y las plantas del lugar me dan la impresión de estar en las afuera de la ciudad y no en un restaurante.

Cosecha propia
Los jardines de Sabe Rico proveen de las especias que se utilizan para preparar los platos, postres y panes de su menú. En la cocina de este restaurante la principal consigna es comer sano, fresco, sabroso y en completo relax.

Desde la calle la entrada al local no revela la existencia de los dos ambientes jardinizados, ni de las mesas del restaurante. En la habitación del ingreso se alberga una delicatesen, ideada para aquellos que siempre van con prisa y gustan de la comida sana.

Gastando de Q5 a Q25, para llevar hay: sándwiches, ensaladas, pasteles, chocolates, mermeladas, galletas y pan (integral, sin gluten, de arroz y de harina de parra). Esta parte de la tienda reúne en sus estanterías productos orgánicos elaborados por cooperativas de diferentes áreas del país.

Entre plantas
Pero al dejar el mostrador del deli el visitante puede recorrer la casa hasta llegar a los jardines, en los cuales hay un área para el picnic.

Al pasar por la cocina se encontrará atrapado por los aromas que en plena cocción sueltan los platos fuertes (Q40 a Q90) del restaurante: sándwiches con acompañamiento, pepián de pollo, arroz verde (con espinacas y semillas) salmón al limón con eneldo y pollo con albahaca y vino blanco.

El área de mesas no ensombrece ni invade los espacios verdes. Los asientos están techados y cuentan con la separación ideal para mantener cierta privacidad. Algunos sitios están localizados cerca de árboles cítricos y de plantas como romero, albahaca, orégano y menta.

Entre la flora, hasta hace un par de años, extranjeros aprendieron español cuando en esta parte del restaurante funcionó una escuela de idiomas. Ahora, guatemaltecos y foráneos descubren este espacio, uno de los secretos mejor guardados de Antigua, hasta hoy.

SERVICIOS
Sabe rico tiene sus raíces en el servicio de catering. Además del deli y del restaurante, continúa ofreciéndolo a grupos no mayores de 80 personas.

HORARIOS
La delicatesen funciona todos los días, sin cerrar al mediodía. Excepto martes, el restaurante ofrece desayunos almuerzos y cenas. Los jueves, viernes y sábado se cierre alrededor de las 8 p.m.

UBICACIÓN
Al final del Portal de las panaderas doble a la derecha y camine una cuadra; luego gire a la izquierda. Teléfono: 7832-0648. Email: sisaberico@hotmail.com.

T: José Luis Escobar. jescobar@sigloxxi.com
F: Cecilia Cobar. ccobar@sigloxxi.com

Opiniones encontradas

Desde que Juan Pablo Dardón abrió su blog el lunes 7 de mayo de 2007, su espacio se ha convertido en una visita obligada para sus 100 seguidores a los que llama El Clan del flautista de Hammelin.
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Desde que Juan Pablo Dardón abrió su blog el lunes 7 de mayo de 2007, su espacio se ha convertido en una visita obligada para sus 100 seguidores a los que llama El Clan del flautista de Hammelin.

Fe de rata se ha convertido en un ring de opiniones encontradas sobre la particular forma de ver la vida de este ingeniero y escritor. Desde felicitaciones del otro lado del mundo hasta amenazas anónimas, todos convergen en el espacio de Dardón, recodo informático de opinión al que se han acercado más de 130 mil visitantes.

Su primer post fue sobre su regreso de un viaje de Xela y las sensaciones que la carretera despertaban en él. Otro sobre el insomnio y su adicción a la televisión ocasionados por “los años de fiesta dura y abuso de sustancias. La psicóloga dice que es un probable regreso inconsciente al desvelo.

Siempre lo quise de adolescente porque así podría leer más. Ten cuidado con lo que pides, Juan Pablo”, se dice a sí mismo en el post. Ahora, dos años después, en una de sus más recientes publicaciones, la del martes 12 de mayo, titula Rosenberg, Estado calamitoso y su inherencia en la literatura, en la cual hace un irónico análisis sobre los eventos políticos que suceden en el país.

T: Gabriel Arana

La gran famila del Sol

Eduardo Rubio Herrera* Ventana al cielo
Si usted presta atención al cielo nocturno notará, luego de observar durante diferentes noches, cómo hay objetos celestes que cambian de posición respecto de las estrellas fijas. Éstos son los planetas.
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Si usted presta atención al cielo nocturno notará, luego de observar durante diferentes noches, cómo hay objetos celestes que cambian de posición respecto de las estrellas fijas. Éstos son los planetas.

Mediante una cuidadosa observación, es posible ver cómo van moviéndose en el transcurso de los días respecto de las estrellas fijas. Los planetas se localizan siempre sobre una línea celeste imaginaria —llamada eclíptica, sobre la cual ocurren los eclipses— donde desfilan nuestro Sol y la Luna a lo largo del año.

Hasta el siglo XVIII solamente se conocían 6 miembros de la familia del Sol: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno. La familia comenzó a crecer cuando, una noche de marzo de 1781, el astrónomo inglés William Herschel encontró un disco tenue y débil con una coloración verdosa y que se confundía con las estrellas más débiles vistas sin telescopio.

Los resultados de su descubrimiento fueron reportados a la Sociedad Real de Inglaterra, y varios observadores comenzaron a examinar este cuerpo. Al principio se pensó que se trataba de un cometa, puesto que su movimiento no coincidía con el predicho por la gravitación universal de Newton.

Fue el matemático francés Pierre de Laplace quien encontró que su órbita era casi circular, como la de los demás planetas conocidos para entonces. Hershel, subsecuentemente, encontró 2 lunas orbitando este cuerpo en 1787, y ningún astrónomo logró confirmar la existencia de una cola cometaria. Esto confirmó el hallazgo de un nuevo planeta, Urano; prontamente el nuevo cuerpo fue incorporado a la lista de planetas del Sistema Solar.

Este descubrimiento mostró la importancia de las observaciones telescópicas a la comunidad científica. Años después, las anomalías que la órbita de Urano presentaba fueron estudiadas cuidadosamente por los astrónomos Urban Leverrier, en Francia, y John Adams, en Inglaterra. Ellos las explicaron de forma independiente, atribuyéndolas a la influencia de otro cuerpo masivo, otro planeta que nadie había visto, localizado en los confines de nuestro Sistema Solar.

Leverrier predijo la posición donde se debía hallar este misterioso objeto en el cielo y comunicó sus resultados a Johann Gottfreid Galle del observatorio de Berlín. Fue Gottfreid quien observó Neptuno por primera vez, la noche del 23 de septiembre de 1845. El descubrimiento de Neptuno es uno de los logros más grandes en la historia de la Astronomía, y es un claro ejemplo de la aplicación de la teoría en ciencia.

Ceres, el primero de unos 200 mil objetos localizados entre las órbitas de Marte y Júpiter, fue descubierto en 1801, y constituye parte de lo que se conoce como el cinturón de asteroides. En 1930 se descubrió Plutón, el primero de muchos cuerpos localizados más allá de la órbita de Neptuno y que se agrupan en un cinturón de cuerpos helados y rocosos llamado el Cinturón de Kuiper. Este cinturón está compuesto por varios miles de objetos cuyas órbitas están determinadas, en su mayoría, por la influencia gravitatoria de Neptuno y se encuentra localizado a unos 5 mil millones de km del Sol.

Observando la trayectoria de cometas, se ha propuesto la existencia de una nube gigantesca alrededor del Sol llamada Nube de Oort. Esta nube se localiza a casi un año luz de distancia de nuestro Sol y es donde se encuentran muchos de los cometas que visitan la Tierra. Más allá de la nube de Oort se encuentra el espacio intereste-lar; esta es la última frontera de nuestro Sistema Solar.

*Eduardo Rubio Herrera (Guatemala, 1978) es licenciado en Física por la Usac; estudió una maestría en Astronomía en la UNAM y actualmente cursa un doctorado en Astrofísica en la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos.

Retorno a través de la literatura

David Unger | Escritor




Emigrar también abre posibilidades y alternativas, le dice “el escritor guatemalteco de Nueva York” a Jaime Barrios Carrillo.
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“Acabo de renovar mi pasaporte guatemalteco, después de una pausa de medio siglo. Les digo que se me salieron lágrimas al ver el nuevo pasaporte por primera vez, porque aunque escribo en inglés y vivo en Nueva York, mi seno está en Guatemala”, confiesa David Unger, el escritor guatemalteco de Nueva York, conocido por su narrativa y poesía y también por sus traducciones de obras escritas en español al inglés.

La historia comienza en 1955, cuando la familia Unger decide dejar Guatemala. “No puedo decir que me salí de Guate por mi cuenta, porque yo sólo tenía 4 años. La decisión la tomaron mis padres que en ese entonces eran dueños de La Casita, un restaurante en la 4a. avenida de la zona 1. Sucede que estaban hartos de la inestabilidad del país. Obviamente, me refiero a la época del golpe de Estado contra Jacobo Árbenz, provocado por los Estados Unidos, y que ha marcado negativamente los últimos 60 años de nuestro país”, me dice, convencido de que el proceso de emigración implica grandes desafíos, desarraigos y sufrimientos. Afirma Unger que la emigración actualmente es mucho más dura para “los guatemaltecos que deciden cruzar mil y pico de fronteras, sin recursos para llegar a este país (Estados Unidos) que los recibe con desprecio y sospecha”.

Pero emigrar también puede abrir posibilidades y alternativas. David Unger es hoy un literato de tiempo completo, graduado en letras de la Universidad de Massachusetts, tiene una maestría de la Universidad de Columbia y es catedrático habitual del City College de Nueva York. Como traductor del español al inglés tiene una amplia trayectoria, siendo reconocidas sus traducciones de autores como Sergio Ramírez, Mario Benedetti, Bárbara Jacobs, Paco Ignacio Taibo, Nicanor Parra y Vicente Aleixandre, por las cuales ha recibido premios y galardones importantes. Entre otros, del Consejo de las Artes del Estado de Nueva York y el premio ALTA Translation Prize. En 1998 tradujo y editó el Popol Vuh en versión de Víctor Montejo.

Hace unos años la prensa internacional destacaba el lanzamiento de la novela de Unger, Life in the Dawn Tropics. La obra trata la historia de una familia judía en Guatemala durante la época violenta de los años ochentas. Esta novela fue pronto traducida al español y publicada por la conocida editorial española Plaza & Janés, con el título de Vivir en el maldito trópico.

Como poeta ha publicado los libros Caterpillar nor Butterfly y The Girl of the Theehouse, y en 1998 obtuvo el premio de poesía Ivri-Nasawi Poetry Prize. Muchos de sus trabajos, tanto en prosa como en poesía, están incluidos en antologías y revistas norteamericanas. Unger ha desarrollado también un perfil internacional en eventos como la Feria del Libro de Guadalajara, donde ha sido el coordinador por Estados Unidos.

Pero David sigue afirmando sus orígenes guatemaltecos y ha buscado siempre a su país a través de la escritura. Este año publicará por primera vez un libro en Guatemala: Ni chicha ni limonada, una colección de 12 cuentos y un ensayo, que verá la luz gracias a F&G Editores. “Publicar un libro en Guatemala es para mí cosa de orgullo”, recalca David Unger.

T: Jaime Barrios Carrillo. jbarrios@sigloxxi.com F: Archivo, Siglo 21.

Cambio en la Plaza


“¡Tómame la foto, a mí no me da miedo salir en los medios; basta ya de un Gobierno corrupto!”
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“¡Tómame la foto, a mí no me da miedo salir en los medios; basta ya de un Gobierno corrupto!”.

Se pone sus lentes de marca y se marcha de la mano con su hija, quien tiene un atuendo deportivo. Es una madre molesta, de cabellos lisos y rubios, la que se me acercó.

Ambas están enfadadas después de haber visto el video de Rodrigo Rosenberg, y se hicieron presentes por él y por los “miles” de asesinatos de pilotos.

En las manifestaciones de la semana pasada, frente al Palacio, también había estudiantes de diversificado que no querían mencionar el colegio al que pertenecen. Llevaban signos de paz, listones negros, sartenes de teflón. Algunos iban acompañados de guardaespaldas. Todos exigían la renuncia del presidente Álvaro Colom.

Pocas veces la Plaza de la Constitución es frecuentada por tanta gente con ropa negra, lentes de sol, peinados de última moda... Esta vez no estaban presentes la AEU, la Usac...

T y F: Morena Pérez Joachin. mperez@sigloxxi.com