Vidas de los demás

Un médico volcado a la literatura, cuenta Eddy Roma en esta reseña, se revela como un narrador que no desdeña tema y escenario.
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A Luis Cordón León, médico y cirujano egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, le gusta dirigir proyectos de salud en poblaciones del occidente del país.

Escucha el rock progresivo de Premiata Forneria Marconi, Marillion y Peter Gabriel. Al igual que Werner Ovalle López, José Barno-ya y Gabriela Gómez, combina su profesión con el ejercicio literario.

Su obra La rendija de las serpientes obtuvo en 2001 el primer lugar del certamen de cuento convocado por Bancafé/elPeriódico. A comienzos de 2008 volvieron a tenerse noticias suyas: su relato Canillas de leche recibió el Premio Centroamericano de Cuento Mario Monteforte Toledo. Los cuentos gana-dores, junto a otros 11, fueron reunidos este año en un volumen llamado Máscaras de doble fondo.

El cantante inglés Ray Davies tituló su primer disco solista Other People’s Lives. Luis Cordón León podría subtitular su primer libro como Vidas de los demás. Entre sus personajes aparecen un empleado bancario, el heredero de un laboratorio de química, dioses del Olimpo irreconocibles por la vejez y la obesidad, el profesor jubilado que gusta estudiar a los insectos, un misterioso tirador de cuchillos y el residente en otro país que regresa para cumplir con la última cláusula de un contrato amoroso firmado muchos años atrás.

Cada uno plantea alternativas a su existencia. Se inventan romances, arreglan sus biografías y emprenden viajes a destinos reservados al turista con amplio poder adquisitivo. Disponen de tiempo para revisar el pasado y especular con el futuro.

Sus planes, descritos con minuciosidad en Canillas de leche, fracasan o dan resultados opuestos a los esperados. A veces se detallan los preparativos de un viaje o la realización de un crimen, pero se desco-noce la suerte que tuvieron. Las historias ocurren al atardecer, de noche o en la madrugada. Afuera el viento acentúa el frío, la lluvia rebota con insistencia encima del techo, y la niebla impide divisar al objeto más cercano. El amor está ausente de estas historias.

Aquí no se escapa de las consecuencias que siguen a las acciones. Cordón León lo advierte: “Está claro que no se pueden lanzar cosas hacia el futuro sin correr el riesgo de volver a encontrarlas, por lejos que caigan”.

Sabe poner distancia entre su vida y la ficción, aunque se permite alguna confidencia: “Cierto grado de frustración, como dices, nunca falta en aquellos que trabajamos con personas, sobre todo cuando involucramos emociones y sentimientos en lo que hacemos”.

Sus descripciones crean imágenes que remiten a los cortos animados que se filmaban en Europa del Este. La rendija de las serpientes ofrece esta muestra: “Cargado de frío, el viento del norte entra en el callejón haciendo remolinos, empeñado en barrer la basura y juntar papeles a empujones, unas veces hacia la avenida y otras de regreso, como si no supiera qué hacer con ellos. Entre lo demás, destaca un pequeño vaso de plástico que gira y gira sin descanso, haciendo maniobras inauditas, dada su condición de objeto inanimado”. El vaso que rueda permanece bastante tiempo en el recuerdo del lector.

La ideología de Cordón León puede conocerse en los cuentos Más allá del puente y El dilema. En el primero un militar y un guerrillero, ya instalados en otro plano espiritual, comprueban que pelearon y murieron por nada.

Un Guardián les plantea la opción de regresar y prevenir esos acontecimientos. En el segundo, la eterna oposición entre Eros como promotor de vida y Marte como portador de guerras los lleva a fijar una apuesta con la que intentarán demostrar si los factores externos ejercen influencia, o no, en la elección de pareja.

Máscaras de doble fondo revela a Cordón León como un narrador que no desdeña tema y escenario. “Después de todo”, nos recuerda en Círculos, “uno debe estar consciente, cuando elige esta ocupación, que no siempre es posible, ni conveniente, arrogarse la facultad de elegir, entre lo que va surgiendo, qué es lo que carece de valor para ser desechado, ya que, a mi manera de ver, esto conllevaría un riesgo aún mayor”.

MÁSCARAS DE DOBLE FONDO, DE LUIS CORDÓN LEÓN. EDITORIAL PRAXIS, 2009. 160 PÁGINAS.