domingo, 6 de septiembre de 2009

Sólo un cambio de fecha

Eduardo Rubio* Ventana al cielo
Siempre he creído que la ciencia se nos ofrece como la alternativa más objetiva que la humanidad ha desarrollado para describir el mundo que nos rodea; una alternativa de hechos comprobables, medibles y repetibles.
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Esta alternativa ha permitido cambiar el modo de pensar de la humanidad durante siglos, permitiendo que los seres humanos modernos enfrenten la realidad con un sentido crítico, analizando la causa y el efecto de los fenómenos que se nos presentan a diario, tratando de encontrar una explicación científica racional para cada cosa y apartando de su mente explicaciones basadas en ideas irreales e imposibles, asociadas a seres mitológicos o a creencias que llegan a volverse mitos urbanos.

Hoy la difusión de la ciencia se ha convertido en una tarea más sencilla, dado que es relativamente fácil transmitir información y difundir noticias. Hace unos 100 años era necesario esperar varios días para que una noticia ocurrida en Europa llegara a Guatemala.

Hoy esto ocurre de manera casi instantánea, en los 0.05 segundos que tarda una transmisión de Internet entre ambos lugares. Esta rapidez permite que usted lea esta columna cada quincena puntualmente, y que miles de personas se comuniquen eficientemente por todo el mundo.

Sin embargo, la rapidez de comunicación permite también difundir información inútil y falsa. Recientemente han estado circulando en Internet correos electrónicos con información tergiversada asociada a fenómenos astronómicos.

El primero es acerca de que 2 lunas serían visibles desde la Tierra, y el otro es el referente a la falsa idea de que el fin del mundo ocurrirá en diciembre del 2012, cuando se acabe la cuenta más grande del calendario maya. Ninguna de estas dos aseveraciones es cierta.

La primera, concerniente a las dos lunas visibles, ha sido extensamente corregida por los astrónomos aficionados y resultó ser una conjunción del planeta Marte con la Luna (una conjunción ocurre cuando dos cuerpos celestes se ven en la misma región del cielo).

Y es que... ¿Se imagina usted dos lunas en el cielo? ¿De dónde podría salir la otra? ¿Siendo la Luna tan grande, no habría sido posible detectar la otra Luna antes de que apareciera? Las preguntas que es posible hacer a alguien que aparezca con esta noticia pueden ser muy variadas, y todas las respuestas desenmascararían una patraña inventada por algún charlatán.

Ahora, sobre la segunda idea descabellada, la del fin del mundo en 2012: Primero, esta noticia no es nueva; es una de las noticias más viejas que podemos encontrar en la historia.

Cometas, asteroides y otras visiones de eventos dantescos han sido predichos y tergiversados durante siglos de historia; sin embargo, todos estamos aún vivos. Un ejemplo reciente fue el cambio de fecha la noche de Año Nuevo de 1999 a 2000.

Según muchos iba a ser el fin del mundo, y nada pasó. Esto es un ejemplo de cómo una historia escrita por personas que no saben de lo que estaban hablando puede resultar muy peligrosa para una población carente de un juicio crítico.

El supuesto fin del mundo en el año 2012 no es más que eso: un cambio de fecha que ha sido exagerado por farsantes sensacionalistas que lo han circulado por Internet y otros medios. Ese año acaba la cuenta llamada b’ak’tun, la cuenta larga del calendario maya equivalente a 144 mil días.

Este cambio será semejante al cambio de 1999 a 2000 en nuestro calendario gregoriano. La próxima vez que vea noticias de este tipo pregúntese ¿Es posible que esto “pueda” ocurrir?

* Eduardo Rubio Herrera (Guatemala, 1978) es licenciado en Física por la Usac; estudió una maestría en Astronomía en la UNAM y actualmente cursa un doctorado en Astrofísica en la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos.