Jack Schuster* Bichología
¿Supervivencia de los más aptos? ¿Eso es la selección natural? No exactamente. ¿Más aptos para qué? Dos personas contestaron mi pregunta sobre la definición de la selección natural en la columna pasada. Ambos agarraron la onda.
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¡Aptos para reproducirse! ¿Y la supervivencia? ¿No hay que sobrevivir para reproducirse? No siempre, aunque personalmente lo siento conveniente.
Hay casos en los cuales la reproducción ocurre después de la muerte, y no me refiero a la necrofilia...¿Alguna vez ha visto una zombi embarazada? Me refiero más bien a los mantis.
Recuerden que, en los insectos, la hembra es usualmente más grande que el macho. Un machito, al acercarse a una guapa hembra, corre un riesgo grande si ella tiene hambre.
Ella puede agarrarle y hacer un snack de su cabeza. Mientras que ella está ocupada con la cabeza, el cuerpo del macho empieza a caminar hacia un lado, eventualmente llegando a montarla y copular. Ese sí es sexo bajo estrés.
Dudo que él goce mucho, pobrecito. Aquí tenemos reproducción sin supervivencia. La pregunta clave aquí, por supuesto, es (como en muchos análisis evolutivos): ¿cuál es la ventaja? Es un poco más complicado, porque, en verdad, existe una batalla entre los sexos.
Las estrategias reproductivas del macho y de la hembra no son iguales. Entonces, hay que preguntar cuál es la ventaja para cada uno. Para la hembra es obvio: ella puede tener su “pastel” y comerlo, también.
Pero, ¿cuál es la ventaja para el macho de perder su cabeza? Pues, si la hembra tiene hambre, probablemente no hay mucha comida en los alrededores. Ella no puede proveer suficientes nutrientes a los huevos si no obtiene una buena comida.
Así que el macho puede asegurar su reproducción al proveer estos nutrientes en la forma de su deleitable cuerpo. ¿Para qué vivir para jugar otro día si todos sus juegos no producen nada?
Considerando esto, es lógico lo que me escribió un colega que trabaja con las moscas mediterráneas. Las moscas que no copulan viven mucho más tiempo que las moscas que logran reproducirse.
Hay maneras de evitar perder la cabeza por una chava. Una puede ser el acercarse por detrás (si se es un mantis). Otra es llevarle a ella un regalo envuelto en una bola de seda, como hacen ciertas moscas. Mientras que ella está desenvolviendo el regalo, él puede aprovechar la oportunidad de jugar con el otro extremo.
Este último caso me hace recordar lo que me contó mi profesor de paleontología sobre un chavo tímido que preguntó a su amigo qué hacer para lograr la intimidad con cierta chava.
Su amigo le dio una caja de chocolates. Fueron a pasear al campo y él se los ofreció. Él también aprovechó los dulces. ¡Y funcionó! Logró la intimidad con ella, porque su amigo había inyectado un laxante en cada chocolate.
Después de comer la mayoría de los chocolates se dieron cuenta que allí en las praderas de Kansas lejos del pueblo había sólo un árbol a la vista. Ella en un lado y él en el otro.
¡Ah! Se me olvidó. La definición de la selección natural: reproducción diferencial debido a fenotipo, o sea, que los guapos (o los fuertes, o ricos, o….) se reproducen más que los feos (o débiles, o pobres, o..), asumiendo que los demás factores son iguales.
Una mosca fea, pero resistente a los insecticidas, va a reproducirse más que una guapa no resistente en muchos campo de Guatemala. Es un poco más complicado. Hay que considerar la inversión en la cría, también. Pero eso es para otra columna.
*El doctor Jack Schuster (jschuste@uvg.edu.gt) es director del Laboratorio de Entomología Sistemática de la Universidad del Valle de Guatemala.
domingo, 13 de septiembre de 2009
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