domingo, 13 de septiembre de 2009

Para vegetarianos y omnívoros curiosos


Un restaurante con tres décadas de tradición ofrece platos balanceados, a los que no les hace falta la carne, descubre Fidel Celada.
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EL ÁRBOL DE LA VIDA
17 CALLE “A” 19-60, ZONA 10

Si uno conduce por el bulevar Los Próceres, justo antes de llegar al inicio de la diagonal 6 (casi frente al paso a desnivel, en la esquina de la torre de Telefónica) es posible divisar del lado derecho, a una cuadra de distancia, un rótulo que dice: “Restaurante vegetariano a 300 metros”.

Basta seguir la flecha para llegar a El árbol de la vida, el establecimiento que Antonio Bono y su familia han mantenido intermitentemente desde los años 70. Hasta antes del terremoto de 1976 estu-vo en la 12 calle y avenida La Reforma; luego se trasladó a la 7a. avenida de la zona 9, y desde hace 6 años opera en su local actual, una casa grande decorada con motivos mayas y un jardín en el cual, si la lluvia lo permite, también se puede comer.

Bono, guatemalteco de padres mexicanos, cuenta cómo se involucró en el mundo de la cocina vegetariana: “Vivimos en Estados Unidos en una época en la cual se desarrollaron muchas libertades y nuevas ideas. Trabajamos en una cafetería vegetariana en Nueva Orleáns, y desde entonces adoptamos esa filosofía de vida”.

Esta manera de vivir y de comer, que excluye la carne de la dieta, puede parecerle extraña al resto de omnívoros, quienes consideran este alimento algo vital. He escuchado a mucha gente decir que luego de una comida vegetariana uno no queda satisfecho. Pero luego de probar un almuerzo completo (de Q55; sólo el plato fuerte cuesta Q25) en este restaurante, no puedo sino estar en desacuerdo.

Ciertamente quedé satisfecho luego de una espesa sopa de güicoy maduro, una generosa porción de lasaña de espinaca con salsa blanca y abundante queso mozarela, acompañada de una ensalada de vegetales frescos con un exquisito aliño de albahaca, una porción de pan integral con ajo y un refresco de maracuyá que me hizo recordar qué es una fruta cítrica.

Antonio me lo explica de esta manera: “Nuestros platos son balanceados; incluyen todas las proteínas y vitaminas necesarias para una alimentación adecuada, y también son saludables, pues cocinamos sin mucha sal o azúcar”.

El patillo que escogí era sólo una de las opciones disponibles. Había una versión de la lasaña de espinaca con una salsa roja picante, una más a base de brócoli, un plato de berenjena, y otro de espárragos.

Ahora me falta visitar este sitio un fin de semana por la mañana, para probar los desayunos (entre Q30 y Q45). Todo indica que encontraré la misma variedad y suculencia.

BAR DE JUGOS
Osadas combinaciones de jugos de vegetales ofrece este restaurante (por entre Q15 y Q20). ¿Qué tal pepino + zanahoria + piña? ¿O espinaca + manzana + zanahoria + perejil? Quizá se incline por el de piña, naranja, toronja y fresa, o prefiera la energía de un jugo de naranja con levadura de cerveza.

SÁNDWICHES
Para una comida liviana, El árbol de la vida ofrece varios sándwiches (entre Q20 y Q22), con ingrediente como quesos, soya y aguacate.

HORARIO Y REUNIONES
Abierto de lunes a domingo de 7 a.m a 9 p.m., incluyendo días festivos. También puede contratar los servicios de este restaurante para eventos especiales. Comuníquese al teléfono 2368 2124.

T. Fidel Celada. fcelada@sigloxxi.com
F. Morena Pérez. mperez@sigloxxi.com

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