domingo, 20 de septiembre de 2009
Gaby Moreno tiene el soul en su canto
La guatemalteca Gaby Moreno recién concluye una gira en Estados Unidos con Tracy Chapman y una serie de recitales en Europa. Le cuenta a Jorge Sierra que prepara un segundo disco, el cual se adentra en el soul.
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Su voz es delgada, cálida, dramática, a veces sombría, con cuotas de intensidad a la manera de blues. Le abriga una música con ingredientes folk y rock alternativo. ¿Y las letras?
“Abordan temas sociales, sobre la injusticia que se vive. Se me hace fácil escribir temas melancólicos, de dolor o tristeza y no así alegres o vivos. Me identifico con letras de amor, de desamor, de experiencias y emociones que sean universales. Con ello logro conectar con el público”.
Así identifica la guatemalteca Gaby Moreno lo que expresa. Y como si nada, con estos componentes, el mes pasado esta cantante y compositora de 28 años finalizó una gira por Estados Unidos, abriéndole todas las fechas a la famosa Tracy Chapman, prestigiosa trovadora de historias cotidianas y letras lapidarias.
Hay que decir que Chapman fue esa cantautora que rescató al gremio en la década de los 80 por su estilo audaz y poderoso, y por letras que apuntaban los latentes problemas raciales, aspectos con los que comulga Moreno.
“Me identifico con artistas que tengan un sonido fresco y original, y que no sean copias o imitaciones de otros. Chapman es en definitiva una de ellas. Desde sus inicios en-contró un nicho y sigue siendo una artista brillante muy respetada y con mucho éxito”.
Otro tipo de cantante
Moreno acaba de terminar su gira por Europa (Alemania, Londres, Ámsterdam y Barcelona). Magacín le roba un momento para conversar y saber qué se cuece dentro de su cabeza para salir adelante en el torbellino del mundo de la música.
En particular el de Estados Unidos, donde radica desde hace nueve años. Lo primero que conviene saber es la petite différence que existe entre ella y otras cantantes.
“Es la esencia de mi trabajo. Aunque compartamos un mismo estilo, siempre habrá algo que nos separa y tendremos otra manera de expresar lo que sentimos”.
Tan particular es su estilo que ha puesto su voz para bandas sonoras de películas y series de televisión, como Lincoln heights (ABC), Fred Claus (Warner) o Morning light (Walt Disney Pictures), entre otras.
Esta chica, egresada del Los Ángeles Musician’s Institute y del Theater of Arts, ambos de California, le da una vuelta de tuerca más a su carrera al escribir canciones. Esto le permitió grabar su álbum, Still the Unknow, pero también concebir (en formato instrumental) el tema que encabeza la serie Parks and recreation, de NBC. Y competir para recibir los premios de los certámenes, John Lennon Songwriting, Maxell Song of the Year 2007, y Flightsafe Music Publishing.
La mujer compositora
Como se ve, Gaby conquista poco a poco su espacio en un país tan azaroso y reñido. Y no se diga en el terreno de la autoría de canciones.
“En nuestro medio no se está acostumbrado a que una mujer escriba sus propias canciones y hasta parece increíble o extraño que suceda. Por eso, autoras reconocidas como Joni Mitchell o Carole King lucharon por obtener un lugar importante en la corriente musical. Ahora siento que ese paradigma se rompe y que en este siglo XXI el camino se aplana, sin tantos tropiezos. Me emociona haber ganado esos premios en donde sé que compitieron muchos hombres. Lo que posiblemente no se vea son las horas, días y a veces hasta meses que lleva terminar una canción. Desde las primeras notas, el darle forma a la melodía, el integrar la letra que lleve un mensaje con sentido, y los esfuerzos para hacer que haga vibrar al oyente es todo un reto”.
Hoy por hoy, Moreno evita cantar covers. Prefiere lo suyo. Y lo suyo está provisto de una introspección que no siempre es autobiográfica. Algunas piezas se refie-ren a experiencias vividas por personas cercanas a ella o pertenecen a historias y personajes ficticios.
“Si escribiera solo de mi vida, me parecería muy aburrido y monótono”, afirma. Por lo general, esas canciones suelen reposar sobre acordes dominantes y séptimas, en parte por su afinidad con el blues. Con un secreto adi-cional: “Escucho bossa nova y jazz, de los que aprendo acordes nuevos que después uso en mis piezas”.
Sobre todo artista
Moreno no ha estado exenta de recibir ofertas con la promesa de convertirla en una cantante pop con el glamur del sex appeal, algo de lo que hoy está plagada la industria.
“Recuerdo que en Miami un productor muy conocido me dijo que le gustaba mi voz, pero quería hacer algunos cambios en mi físico y vestirme de un modo más provocativo. Y yo le respondí con una pregunta: ‘¿Quiere una modelo o una cantante?’. Ahí terminaron las pláticas con él y por mi parte me sentí muy bien. Desde siempre estuve muy clara que no quería ser ese otro tipo de artista”.
La clase de cantante que anhela construir en ella misma es de esas que desean cantar lo que le sale y del modo en que lo siente. Lo que ha rendido frutos. “La música es mi vida. Lo que más anhelo en este momento es que mi música alcance a mucha gente en todo el mundo. Me siento dichosa de tener la oportunidad de ofrecer estas presentaciones a nivel internacional. No quiero que eso desmaye. Vendrá el segundo disco y de inmediato tendré otros conciertos, que para mí son lo más importante y lo que más disfruto. Esa conexión que tengo con la gente es maravillosa”.
Ese deleite por la música supera toda contrariedad, incluso el temor que en cierto momento podría imponer el escenario. “Cuando canto estoy acompañada de mi banda o lo hago sola con mi guitarra, como sucedió con Chapman. Siempre me siento muy cómoda en el escenario porque me gusta lo que hago y siento que el público desea ser parte de ese momento inolvidable y desde los primeros acordes empiezo a percibir esa energía con la audiencia. Es verdaderamente la parte de mi trabajo que más gozo”, reconoce.
Lo que ofrece EE.UU.
Vivir en Estados Unidos le dio un peso notable a la vida profesional y personal de Gaby. Allí ha construido lenta y finamente su formación como intérprete y compositora, y de paso con distinción y evidente pulso.
“Como a mí me gusta el blues, aquí tuve la oportunidad de conocer más sobre el género y otros más. Aquí, las clases con Seth Riggs me dieron la base para una mejor vocalización. Mis participaciones en obras de teatro musical como The Return of Hair, me permitieron compartir escenarios con grandes actores y cantantes. Aquí he hecho grabaciones con reconocidos músicos con Rusty Anderson (guitarrista de Paul McCartney). Residir acá me ayudó a ganar en las competencias como autora de canciones. Y en el aspecto personal, conocí a quien es mi novio desde hace ocho años”.
Para esta joven artista este año ha sido miel sobre hojuelas. Se presentó ya en las ciudades de Austin, Seattle y Nueva York. Recién fueron las giras junto a Chapman y después esta que efectúa como solista en Europa. En breve se dispone a preparar lo que será su segundo disco, que circulará en el mercado en la primavera del próximo año. De esta grabación, adelanta:
“Quiero mantener siempre ese sonido orgánico y ‘vintage’. No habrá tantas baladas como en mi primer disco. En ese sólo existe una canción con la que siempre concluyo mis conciertos, Greenhorne Man, en la que expreso mi pasión por el soul. Entonces mi próximo álbum contendrá más de ese estilo. Incluirá temas en español, entre ellos el cover Quizá, que de hecho suena ya en algunas estaciones de radio”. Tras ello, ya tiene asignada la tarea de escribir música para una película documental.
La construcción de una carrera artística para un latino y sobre todo mujer requiere más que talento. En Moreno, una pura y llana automotivación. “Cada mañana agra-dezco el poder despertar con nuevos proyectos en la mente. Con nuevas metas que alcanzar. Siempre trato de lograr lo que me propongo y aunque he tenido pruebas muy duras, he podido también regocijarme de momentos inolvidables en compañía de personas que, al igual que yo, buscan cada día algo más que ofrecer a través de las canciones”. En su caso, piezas que llevan su personal voz, letras al filo de la poesía y cierto eclecticismo estilístico.
EN POCAS PALABRAS
¿Qué cantantes escucha?
Escucho música vieja. En especial blues y jazz. Entre las intérpretes que no paro de escuchar están Nina Simone, Ella Fitzgerald, Connie Boswell y Anita O’Day. Son mis musas y maestras. Contemporáneas, la cantante y bajista Esperanza Spaulding. Es la única cantante que me ha hecho llorar al verla en vivo.
¿Guitarra predilecta?
Tengo una Kay, una Harmony y una Silverstone. Son guitarras de los años cincuenta y sesenta. Tienen tanto carácter física y auditivamente. Mientras más golpeadas y usadas se vean, mejor para mí. Es que tienen una historia que contar. Esa es la esencia del blues.
¿Qué lee?
A Paulo Coelho. Leo también una biografía de John Lennon y estoy por empezar uno sobre el origen del soul.
¿Existe el lugar favorito para escribir?
Por alguna razón, cuando me rodeo de instrumentos, en una casa o estudio se me da más rápido el proceso. Los distintos sonidos como de un piano Wurlitzer, una guitarra acústica, un ukulele o un banjo…me despiertan melodías, sentimientos y finalmente…una canción.
¿Vendrá a Guatemala?
Tengo planes para finales de octubre o inicios de noviembre. La fecha la anunciaré en www.facebook.com/gabymorenoband
T. Jorge Sierra. jorosierra@hotmail.com
F. Marija Thomas.
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1 comentarios:
excelente entrevista. Estamos viendo nacer a una verdadera estrella musical.
Felicitaciones por mostrarnos lo mejor de nuestro arte.
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