domingo, 13 de septiembre de 2009

Coyote: artificios y complicidad


En su película sobre el tráfico de inmigrantes, Chema Rodríguez habla con humor de cosas que nos lastiman, dice Julio Hernández Cordón en esta reseña.
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Hablar de Coyote, el documental realizado por el español Chema Rodríguez, es hablar de cómo este cineasta ve el cine y cómo se relaciona con sus personajes.

Chema está interesado en lo que él llama documental creativo, que consiste en usar la realidad con elementos ficcionados, diseñados o puestos ante la cámara con la intención de que la historia tenga su humor, su drama, sus conflictos y sus desenlaces con la dirección que se desea.

Dicho de otra manera: es hacer una historia con elementos del documental, utilizando para ello personas que conviven en acontecimientos próximos a sus realidades.

Esa idea me parece bastante punzante, algo que funciona narrativamente para contar la historia que se tiene en la cabeza. Obviamente tiene sus detractores, que tachan esto de manipulación y de salpicar de artificios lo que se suele llamar realidad.

Pero cabe mencionar que desde los inicios del género documental se utilizaron artificios de este tipo.

Así sucedió en Nanuk, el esquimal, de Robert Flaherty, filmado en 1922, que documenta la cotidianidad de un poblador de Alaska.

Tal era el interés de Flaherty de contar su historia como la tenía concebida, que convenció a Nanuk, el protagonista, a cazar como lo habían hecho sus ancestros, con una técnica que se usaba tres generaciones atrás y la cual ya estaba en desuso. Todo para retratar los acontecimientos como los imaginaba el director.

También construyó un iglú partido a la mitad, como si fuera el set de un estudio, para colocar la cámara en su interior, pues no tenían la iluminación suficiente para filmar adentro de la casa del esquimal. Como resultado los esquimales se congelaban en el interior de lo que debía ser su casa.

Lo que hace Chema, entonces, es algo que tiene varios años de practicarse. Al igual que Flaherty busca más la intensidad del momento que el significado de la acción. En ambos casos están documentando o retratando a personajes reales, en paisajes reales y con dramas que tienen conexión con ellos.

Pero ¿de qué trata Coyote? El título es de lo más directo: es acerca de un traficante de inmigrantes. Uno que presume de hacer su trabajo de manera creativa y con el confort de un operador de viajes tipo charter, con todo incluido. Y logra venderles el viaje a dos mujeres y un adolescente.

Como suele pasar con la gente que emigra, no sólo escapan de una frustración económica sino también de una emocional. Entonces estos tres personajes se alían con una especie de traficante que es más cercano al Chapulín Colorado que a un capo, debido a su astucia elemental.

Pero siempre queda en el aire si este antihéroe es más bien un personaje diseñado por el propio Chema, debido al humor que nos ofrece este Coyote.

Chema es un tipo sincero que nos da pistas de que lo que estamos viendo es su historia, contada por los personajes que escogió. Así sucede en una de las primeras secuencias, en la cual el Coyote, Marco de la Fuente, les explica a sus clientes lo que será su periplo con una metáfora mordaz y exagerada: en un video de National Geographic se ve cómo en un paisaje africano unas cebras cruzan un río y son devoradas por cocodrilos. El Coyote dice: este es el tipo de travesía que van a realizar, hay muchos peligros y la migra es como los cocodrilos y ustedes como las cebras.

Cabe aclarar que no es una película acerca de los secretos de los traficantes de personas; es una película acerca de cuatro personas que se conocen bajo unas circunstancias específicas y que con el tiempo se hacen amigos y comparten tristezas y sueños de manera muy sencilla.

En lo personal, Coyote me agrada, quizá porque no se parece a Las estrellas de la línea, una película de Rodríguez mucho más pop, en la cual el futbol es el pretexto para hablar de otros asuntos sin que parezcan solemnes. Es posible que Coyote desilusione a algunos por la escasez del perfume y del carisma de los protagonistas en comparación con los personajes anteriores de Chema.

Creo que esta producción tuvo la fortuna de un acontecimiento imprevisto que le dio un giro a la trama pensada por el director, y la dota de conflicto. De esto puede intuirse cierta ingenuidad acerca del tema de la inmigración.

La cinta tiene momentos que emocionan, acciones que se repudian y situaciones que nos parten el alma como las despedidas. La frontera es un tema que cinematográficamente atrae, posiblemente porque significa el fin y el comienzo de algo con sólo dar unos pasos, o también por la sordidez y esperanzas que se mezclan en el mismo aire.

Sordidez y esperanza: dos elementos recurrentes en el trabajo de Chema. En mi caso aplaudo que nos retrate como si quisiera refrescarnos con humor, a pesar de hablar de cosas que nos lastiman.

COYOTE, DE CHEMA RODRÍGUEZ, SE ESTRENARÁ EN LAS SALAS DE CINE DEL CIRCUITO ALBA EL VIERNES 25 DE SEPTIEMBRE.

T. Julio Hernández Cordón. melindrosafilms@yahoo.com
F. Archivo Siglo 21.

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