Hace cinco años la hija de María Chanquín decidió quedarse con la pareja de gatos que alguien le regaló a su prima, pues ella no quiso aceptarla. Pero quien se hizo cargo de ellos fue María.
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Hace cinco años la hija de María Chanquín decidió quedarse con la pareja de gatos que alguien le regaló a su prima, pues ella no quiso aceptarla. Pero quien se hizo cargo de ellos fue María.
La pareja conoció a los gatos vecinos y la familia creció. Así, entre gatos que vienen y van, ahora ya son 19 mininos (más los que vienen en camino —¿Algún interesado ?—) que viven con ella.
Ella los alimenta dos veces al día y gasta Q90 mensuales en concentrado.
Cada uno tiene una colchita sobre la cual duerme, a excepción del bebé, que lo hace en una canasta con su mamá. El más cariñoso es el canche Bush. María afirma que de los que han partido, es a Clinton al que más recuerda por su cariño y sociabilidad.
Lo mejor de los gatos, según maría: su cariño y nobleza. Lo peor: el fuerte olor de su orina.
T y F: Cecilia Cobar. ccobar@sigloxxi.com
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