Su quehacer se niega a desaparecer, y aunque ya no es como antaño, en los barrios populares aún están pendientes de su paso. Estos trabajadores no sólo deambulan por las calles; están apostados cerca de las oficinas, las plazas y los mercados.
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¿Lustre, lustre?, dice desde los 18 años Vicente Reyes, en la Plaza Mayor; hoy, tiene 63. Con linternas, baterías y cortauñas Tomás Morales recorrió en su infancia los mercados de la ciudad; ahora vende en La Terminal. José Medina es zapatero desde hace 20 años; también trabaja en una peletería de la zona 1.
Los vecinos de Ciudad Nueva saben que los martes, Yuri Ávalos llega con el mercado ambulante que ha montado en su volskwagen roja. Adolfo Estrada (15 años) ha pasado la mitad de su vida vendiendo leche de cabra. Tomás Us vende artesanías y macetas de puerta en puerta, y Ovidio Pelicó empuja a diario su carreta de helados.
T y F: Morena Pérez Joachin mperez@sigloxxi.com
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