domingo, 3 de mayo de 2009
“Emigrar nos muestra nuestra propia cultura”
Francisco de León | Antropólogo
Un antropólogo y hombre de teatro en el exilio le cuenta a Jaime Barrios Carrillo lo que significa vivir en Europa.
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Francisco de León radica desde 2002 en Suecia, donde ha trabajado como arqueólogo en el Söderland Museum, en la ciudad de Nyköping. También ha sido catedrático invitado en la Universidad de Uppsala y fue responsable del Sistema de Información Geográfico (GIS) de la ciudad de Flen.
“La experiencia de emigrar es buena, pues nos da una visión global de nuestra propia cultura y hasta dónde nosotros como guatemaltecos somos ca-paces de crear y realizar proyectos”, me dice con un tono pausado pero de profundo convencimiento. Este capitalino pertenece al inventario calificado de recursos humanos que Guatemala ha ido perdiendo a causa de la migración o el exilio; la llamada “fuga de cerebros”.
Formado en su patria
Antes de emigrar, Francisco ya había desarrollado varias facetas profesionales. Nació en la ciudad de Guatemala en 1960. Estudió magisterio en el Insti-tuto Rafael Aqueche, y en la Universidad de San Carlos recibió los títulos de Licenciado en Arqueología y Magíster en Medio Ambiente.
Durante más de 18 años formó parte del movimiento teatral guatemalteco, tiempo en el cual trabajó en más de 60 obras con Hugo Carrillo y otros directores, como actor, luminotécnico y escenógrafo. Fue director técnico artístico del Centro Cultural Universitario (CCU) de Teatro Club y cofundador del Espacio Teatral La Galera. En el Ministerio de Cultura y Deportes tuvo una importante labor de promoción cultural, ocupando varios cargos administrativos, entre ellos Director General de Promoción Cultural.
Tuvo participación activa en el movimiento estudiantil y fue Presidente del Honorable Comité de Huelga de Dolores, miembro de la Junta Directiva de la AEU y de la Asociación de Estudiantes de la Escuela de Historia, unidad académica de la que fue catedrático por varios años.
Inició con Juan Antonio Valdés la creación de empresas consultoras en arqueología y medio ambiente, con las cuales desarrolló proyectos de investi-gación arqueológica y de restauración del patrimonio nacional.
En el exilio
Como antropólogo forense fue cofundador del Equipo de Antropología Forense de la ODHAG (Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Gua-temala) y prestó asesoría profesional para la formación de los equipos forenses de la Pastoral social del Quiché y del Centro de Análisis Forense y Cien-cias Aplicadas (CAFCA).
Pero en 2001 comenzaron los problemas, cuando trabajaba como antropólogo forense, haciendo exhumaciones de masacres cometidas durante el conflicto armado interno. Múltiples amenazas y un acoso constante lo obligaron a emigrar a Suecia.
El exilio, sin embargo, no lo inmovilizó. Desde su salida de Guatemala ha laborado como consultor internacional para la Unesco y para el Ministerio Público de Perú. Ha sido funcionario municipal, profesor de español y conferencista en el Instituto Cervantes de Estocolmo. También ha presentado di-versas ponencias en México, Noruega, Suecia, Panamá, Costa Rica y Venezuela.
Francisco asegura que “la situación de bienestar psicosocial y económico del emigrante guatemalteco en Europa depende de factores como el nivel educativo, los contactos, el objetivo por el cual ha emigrado; pero ante todo, la meta que se pretende alcanzar”.
T: Jaime Barrios Carrillo jbarrios@sigloxxi.com F: Archivo, Siglo 21.
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