domingo, 26 de abril de 2009

¿Cómo nos defendemos de los invasores?

Jack Schuster* Bichología
Resulta que estamos bajo ataques de organismos extraños casi continuamente. No hablo de invasores extraterrestres, ni de turistas... Estoy hablando de organismos, en especial artrópodos (insectos, arácnidos, etc.) que pueden ser plagas que, en este momento, no se conocen en Guatemala, pero que llegan aquí de vez en cuando, escondidos en barcos, aviones y carros.
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El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) está encargado de inspeccionar embarcaciones, camiones cruzando fronteras, etc. ¿En algún momento han inspeccionado su carro en un puesto de revisión y les han quitado frutos, por ejemplo? Pues estos frutos pueden llevar plagas de una zona infectada a una zona sana. Pero, ¿qué hacer cuando los inspectores encuentran un bicho raro y no saben exactamente qué es?

Para identificar un insecto hay que tener la literatura y especímenes para poder compararlo, incluidos algunos de otros países. Ahí entramos nosotros, la Colección de Artrópodos de la Universidad del Valle de Guatemala. Tenemos más de 100 mil insectos en nuestra colección. Ésta se utiliza, entre otras cosas, para facilitar la identificación de insectos. Entre los diferentes sectores de la sociedad que aprovechan de nuestra colección están el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAGA) y la OIRSA.

Varias veces se han encontrado unos bichos en granos almacenados u otros productos parecidos en embarcaciones de Asia con destino para Centroamérica. En algunas ocasiones hemos determinado que el bicho encontrado era Trogoderma granarium, el famoso coleóptero Khapra. Este insecto, la peor plaga de granos almacenados en el Viejo Mundo, causa pérdi-das de miles de millones de dólares al año, pero aún no está establecido en este hemisferio. Gracias a la vigilancia de los inspectores, se ha encontrado a estos invasores a tiempo y se ha procedido a fumigar o a rechazar los embarques. ¡Imagínese los daños que pueden ocurrir si se escapan!
Es así como se comprende la importancia de mantener una buena colección de artrópodos como referencia.

Ahora bien, muchas otras personas quieren identificar artrópodos, y no todos éstos son peligrosos invasores. Tenemos los nuestros también, y a veces ni siquiera sabemos lo que tenemos. Una doctora me mandó una araña que había atacado a un muchacho en la Costa Sur, cerca de México. Logré identificarla como Cupiennius chiapanensis Medina-Soriano. Resulta que Medina-Soriano describió esta nueva especie de araña de Chiapas en 2006. Ahora sabemos que está en Guatemala y, algo que nadie sabía, que podría ser muy venenosa.

La doctora me dijo que el corazón del muchacho se paró varias veces. No sé si fue una reacción alérgica al veneno, o si es característica del mismo. Dudo que esta araña sea un invasor de Chiapas; probablemente Guatemala es parte de su área de distribución natural. Sólo que hay poca gente investigando arañas y otros artrópodos en Guatemala y no se había detectado hasta ahora.

Espero seguir contándoles otros casos que muestran la importancia para la sociedad guatemalteca de una colección de artrópodos bien mantenida y apoyada en futuras columnas en esta revista.

* El doctor Jack Schuster es director del Laboratorio de Entomología Sistemática de la Universidad del Valle de Guatemala.

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