domingo, 10 de enero de 2010

“El primer día de entrevista me contrataron”

Bárbara Brose
Terapeuta
Jaime Barrios Carrillo escribe acerca de una guatemalteca que alcanzó su sueño de trabajar en un centro médico especializado en terapias contra el cáncer.
Seguir leyendo...

Bárbara Brose es una terapeuta de medicina alternativa en Florida, EE.UU. Nació y creció en la ciudad de Guatemala. Después de la secundaria se graduó de escritora en la Universidad de Tampa, Florida. El gran sueño de Bárbara era entonces ser actriz.
“Me fui a Los Ángeles, California. Tomé clases con uno de los mejores profesores, Gene Bua. Dentro de mi grupo habían varios actores dándose a co-nocer en esos tiempos. Logré estar en un anuncio, con el cantante Michael Jackson y estuve como extra en la miniserie de televisión War and remem-brance, con Mike Connors, (quien interpretó a Harrison Hack Peters) y Peter Graves, de la serie televisiva Misión imposible. Con Graves coseche una amistad. También hice otros muy buenos amigos, entre ellos Jeff Angel, maquillador famoso de la industria artística”.

Pero a pesar de los éxitos y contactos en Hollywood la vida de Bárbara tomó un rumbo distinto al del estrellato. “Comencé a interesarme en la medicina alternativa y a ir a cursos y seminarios. Me volqué mucho por el reiki y en el manejo de energías de sanación”.

Bárbara Brose regresa a Guatemala y comienza a trabajar como maestra en el colegio Evelyn Rogers y luego en el Montessori. Pero deja la docencia y abre una clínica especializada en tratamientos de reflexología y reiki.

“Contaba con un buen número de personas que llegaban, ya que yo era una de las pocas en Guatemala que ofrecía terapias en reflexología, autosu-peración, técnicas de relajación, aromaterapia y florales de Bach”.

En noviembre de 2003 se traslada nuevamente a Estados Unidos, y se establece en Boulder, una ciudad ubicada en las Montañas Rocosas, al noroeste de Denver, Colorado. “Tenía toda la intención de extender mis estudios y practicar mis conocimientos. Al llegar me encontré con la sorpresa de que habían muchas personas que hacían terapias parecidas a las que yo ofrecía. Entonces entendí que para poder salir adelante tenía que buscar trabajo. Empecé como caregiver, cuidadora de personas adultas diagnosticadas con demencia y Alzheimer. Fue la primera vez que lidié con pacien-tes con ese tipo de enfermedades. La experiencia fue tal que renuncié para dedicarme a dar clases de español en una universidad”.

Pero la situación no alejó a Bárbara de su sueño. “Quería trabajar en el Hippocrates Health Institute, ubicado en West Palm Beach, Florida. Así que hace menos de un año, empaqué mis cosas y me vine a Florida, donde resido ahora. Fui a conocer el Instituto. Ya había mandado mi currículo y había hablado con algunas personas.

Tuve mucha suerte; llegué, di varios tratamientos y el primer día de mi entrevista me contrataron. Mi trabajo consiste en dar terapias con la más avanzada tecnología. Este es un centro al que acuden personas con cánceres termina-les, a quienes les han dicho que les resta un mes de vida. Sin embargo, llegan y se logra dar la vuelta a su enfermedad. Muchos mejoran y consi-guen extender sus vidas o aprenden a tener una mejor calidad de vida. Acuden personas de todas partes del mundo”.

De Guatemala, dice Bárbara, le hace falta la cultura, la naturaleza y la gente. “Extraño mucho esos abrazos, besos de saludos, risas, y cariño. Y más que nada me hace falta la liviandad y el sentido del humor con que se vive”, dice esta terapeuta que canalizó sus inclinaciones artísticas en la pintura y la poesía.

T. Jaime Barrios Carrillo jbarrios@sigloxxi.com
F. Archivo, S.21


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante historia Don Jaime. Siempre leo Emigrante pues encuentra uno ejemplos positivos de lo que son capaces de hacer los guatemaltecos cuando en el extranjero.

Unknown dijo...

ME ENCANTA SABER QUE BARBARA LOGRO SU SUEÑO !EXELENTE! EL CAMINO AL CIELO COMIENZA CON EL SERVICIO !
Y TRABAJAR CON PACIENTES DE CANCER ES DE GRAN BENDICION !FELICITACIONES POR TU TRABAJO !

Anónimo dijo...

Estimulante relato de unamujer con desición y con sueños.
Mabel Fuentes