domingo, 6 de diciembre de 2009

En pos del libro ideal

Mario René Matute | Humanista y escritor
La invidencia, escribe Jaime Barrios Carrillo, no ha sido obstáculo para este escritor.
Seguir leyendo...
La vida y obra de Mario Rene Matute es la historia de un hombre que ha luchado tenazmente por alcanzar la excelencia. Como emigrante ha sabido, padeciendo ceguera, demostrar que ésta no resulta impedimento para escribir novelas, cuentos y poemas, ni para trabajar en radio y periodismo escrito. Vive en el Distrito Federal, México, donde desarrolla su labor por los no videntes y también como escritor.

En su currículo consta que un glaucoma, detectado a los tres años, lo convirtió aceleradamente en un débil visual. Aproximadamente a los 12 años perdió la vista. Por fortuna, doña Romelia, su madre, consiguió por medio de estímulos conocidos como conceptos relacionales, que pudiera percibir el entorno: colores, prisma, perspectiva, matices, movimiento, etc... lo que ha permitido que la obra de Matute siempre esté apoyada o in-mersa en ambientes estrictamente visuales.

“Cuando yo aparecí como niño ciego en Guatemala, prácticamente no existía ninguna oferta formativa. Gracias a mi madre me correspondió principiar a abrir una brecha social de gran importancia, al ser aceptado en colegios para niños videntes y, además, al aprender a leer en casa bajo su orientación mientras asistía a párvulos. Las familias con suficientes recursos económicos enviaban a sus hijos ciegos a Estados Unidos o a Europa, mientras los campesinos y los obreros, dejaban a sus hijos en casa sin participar en ninguna actividad formativa, dedicados cuando mucho, a oficios simples y sin riesgos en el quehacer hogareño”, dice Mario René.

La violencia política que afectó el tejido social guatemalteco pasó atropellando a la familia Matute. Mario René perdió a uno de sus hijos durante el conflicto armado y tuvo que abandonar el país. “El terrorismo de Estado nos obligó a mi esposa y a mí a abandonar el país. Estuvimos cuatro años en Costa Rica y luego decidimos migrar, para reunirnos con muchos compañeros que ya radicaban en el D.F. de México. Desde entonces nuestra vida, con todas sus contradicciones y sus avatares, ha transcurrido entre logros y sufrimientos. Aquí conseguimos que se editaran varios títulos míos (poesía y cuento) en la editorial Praxis y la novela Palos de ciego; con la editorial en Alfaguara, en España, luego de un premio”.

Matute, llamado cariñosamente el Choco, ha sido un emigrante productivo. En la Biblioteca Argentina para Ciegos se ha incluido su poema Pequeño grumete en la proa. En Lima, Perú, en el concurso literario de la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC), obtuvo el primer lugar con un poemario”.

“Quizá porque ha sido el más difundido, el libro que más me ha traído satisfacciones es Palos de ciego, la novela editada por Alfaguara. En realidad, cada librito es un hijo querido de las emociones y siempre se le quiere. Aún no he conseguido producir mi libro ideal; quizá pueda realizar ade-cuadamente una visión retrospectiva de mi vida”.

De Guatemala, dice, extraña “algunos productos de la cocina: el fiambre, el gallo en chicha, el turrón, las torrejas, los rellenitos de plátano... y muchos otros más, pero como los hacían en mi casa. Es decir, añoro los lugares y con ellos, las situaciones... las épocas de la existencia.”

T. Jaime Barrios Carrillo. jbarrios@sigloxxi.com F. Archivo, Siglo 21.

0 comentarios: