domingo, 23 de agosto de 2009

La fuerza de ser latinoamericano

Óscar Ramírez | Arquitecto
Jaime Barrios Carrillo cuenta la historia de un arquitecto que ha triunfado en Montreal y planea extender sus oficinas a Guatemala.
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En Canadá, el arquitecto guatemalteco Óscar Ramírez ha obtenido un significativo reconocimiento que se traduce en distinciones, premios y también en las demandas por los servicios de su oficina, Cardin + Ramirez & Associés.
“Ganamos el concurso internacional para el nuevo planetario de Montreal entre más de 60 firmas de arquitectos. Gracias a este concurso, nuestra firma es ahora muy reconocida”, dice Óscar.

Nació en la ciudad de Guatemala en 1960 y al terminar el bachillerato se trasladó un año a Canadá para aprender inglés y francés. Al volver a Guatemala ingresó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San San Carlos, donde estudió dos años y tuvo la oportunidad, recalca Óscar, de recibir cursos con el arquitecto Rodolfo Portillo.

En 1981, a la edad de 21 años, decidió volver a Canadá con el propósito de estudiar arquitectura en la Universidad de Montreal. Pero no fue aceptado por carecer de los prerrequisitos. No se dio por vencido y comenzó estudios preuniversitarios en técnico en arquitectura, los cuales terminó 3 años después para comenzar en la Universidad.

Coronó exitosamente la carrera, estudiando además un semestre en Universidad de Belzalel, en Israel. Óscar recibió el título de arquitecto después de aprobar los exámenes de la Asociación de Quebec, exigidos por el Estado canadiense.

“Para mí, al haber estudiado la carrera aquí en Montreal, el proceso de integración profesional fue natural. Tuve que comenzar mis estudios de arquitectura desde el principio y conformarme con las reglas de aquí. Hoy, me doy cuenta de que fue lo mejor que pudo haberme pasado, ya que este proceso me permitió establecer contactos en el medio, aprender los métodos de trabajo y de construcción de acá. Hoy puedo decir también que los dos años de arquitectura en Guatemala me abrieron las puertas a otro tipo de arquitectura; en realidad, para mí no fueron dos años perdidos, al igual que los 3 de técnico de arquitectura”.

Después de los estudios fundó con un compañero de la facultad su firma de arquitectos, a la cual se ha sumado el prestigiado arquitecto Jean-François Julien. ”Hoy, nuestra firma, que celebra sus 18 años de existencia, cuenta con 18 empleados, casi todos arquitectos, y contamos con más de una centena de proyectos llevados a cabo, entre los cuales se encuentran escuelas, hospitales, residencias especializadas para ancianos, bancos, y muchos edifi-cios patrimoniales”.

“Creo que lo más importante fue el no verme como emigrante sino como un miembro de esta sociedad que puede contribuir a ella, sin olvidar de dónde vine. El color de mi piel, de mi pelo y mi acento latinoamericano me distinguen de la mayoría, y por eso tomé la decisión de no esperar que la nueva sociedad se adaptara a mí, sino de adaptarme yo a esta sociedad. Después de todos estos años, me siento como alguien que vive en Montreal y que tiene sus raíces latinoamericanas. Para mí, esto representa una gran fuerza”.

Óscar Ramírez no olvida su país y confiesa que su sueño último es establecer una oficina de Cardin Ramirez Julien en Guatemala. “De aquí a fin de año pen-samos realizarlo”, afirma, convencido.

T. Jaime Barrios Carrillo. jbarrios@sigloxxi.com
F. Archivo Siglo 21.

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