Jack Schuster* Bichología
Estamos experimentando una crisis hoy en día, una que es más importante en Guatemala que en Estados Unidos o Europa. No me refiero a los problemas económicos y sociales, ni a los de contaminación ambiental y calentamiento global; es algo peor, a largo plazo. La crisis a que me refiero es la destrucción de la biodiversidad, la extinción de organismos.
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Estamos experimentando una crisis hoy en día, una que es más importante en Guatemala que en Estados Unidos o Europa. No me refiero a los problemas económicos y sociales, ni a los de contaminación ambiental y calentamiento global; es algo peor, a largo plazo. La crisis a que me refiero es la destrucción de la biodiversidad, la extinción de organismos.
Hay varios estimados de la tasa de extinción, ¡pero es probablemente alrededor de varias especies al DÍA! Y Guatemala, por ser uno de los países con más especies, tiene más que perder.
Como mencioné la vez pasada, tenemos que conservar ejemplos de los diferentes tipos de ambientes que tenemos, especialmente áreas con especies únicas, o sea, áreas de endemismo. También, mencioné que determiné varias áreas de endemismo por el estudio de los ronrones más chulos, los pasálidos.
He colectado pasálidos en muchos lugares de Guatemala, incluyendo más de 38 bosques nubosos, donde he descubierto varias especies nuevas. Me gusta nombrar las nuevas especies en honor a las tribus mayas, como, por ejemplo: Ogyges kekchii, O. cakchiqueli, O. tzutuhili, Petrejoides pokomchii, y Xylopassaloides chortii.
También, nombré una usando la palabra Kekchi para ronrón, mox: Xylopassaloides moxi. Los científicos gringos deben odiarme por la dificultad que tienen de pronunciar estos nombres, porque, por regla, los nombres científicos tienen que tener terminaciones latinas o griegas.
A veces uso un término que describe una parte sobresaliente del cuerpo, como O. furcillatus, que refiere a un cuerno raro, bifurcado que tiene en la cabeza. Otros nombres se refieren a lugares, como O. quichensis en honor al departamento de Quiché. Y, a veces, honro a una persona, como O. monzoni, para José Monzón, un científico chapín que ha hecho mucho trabajo importante con escarabajos de Guatemala.
También, nombré dos especies en honor a la banda de rock Alux Nahual: O. aluxi y O. nahuali. Algunas personas me han criticado por eso, pero la banda contribuyó a la pasalidología: una vez, fuimos a tocar a San Pedro Sula, como llegamos muy temprano unos fans nos invitaron a salir. El resto fue a la playa; yo, a la montaña, a buscar pasálidos. ¡Encontré por lo menos dos especies nuevas!
Esto ilustra un punto importante. Hay poco apoyo para el estudio de la taxonomía y biogeografía, en todo el mundo, a pesar de su importancia para definir las áreas de mayor importancia para la conservación de la biodiversidad.
Pero, ¿por qué conservar a los bichos? ¿no son mayormente plagas y molestias? ¡NO! La mayoría no son; en verdad, hay muchos bichos benéficos. Sin los insectos depredadores y parasitoides (parásitos que matan a su huésped) estaríamos inundados de plagas.
Por ejemplo, la familia de avispas Ichneumonidae consta solamente de especies parasitoides de otros insectos (y, algunas, arañas). ¿Cuántas especies de Ichys viven en Guatemala? Nadie sabe. Pero, según mis estudios con mis alumnos, ¡tengo por lo menos 700 especies en mi jardín…! Y sigo encontrando más…
*El doctor Jack Schuster es director del Laboratorio de Entomología Sistemática de la Universidad del Valle de Guatemala.
domingo, 5 de julio de 2009
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