Con una visión en la alta costura, Jaime Barrios escribe sobre la evolución de un modista en el extranjero hasta convertirse en un artista en España.
En 1989 Salazar tomó la decisión de trasladarse a España para seguir su preparación en el ámbito artístico. La experiencia como diseñador había sido para él muy enriquecedora y fructífera, pero en sus palabras, “la espinita del arte la llevaba muy dentro”. Seguir leyendo.
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