Mercados, cantinas, drogas... son puntos de partida que Oswaldo J. Hernández ubica en la vida literaria de un escritor marginal.
Eduardo Juárez es un tipo con bajo perfil caminando por las calles de Guatemala. Parece un proletariado nada más, con su paraguas, su mochila al hombro, su caminar pausado, una camisa a cuadros y su calzado con signos de desgaste.
domingo, 22 de agosto de 2010
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