Cada vez es más común que nuestro tiempo libre gire alrededor de la televisión, la Internet y los malls. ¿Qué ha pasado con las caminatas de los fines de semana por la mañana y con aquellas idas al mercado local o a tomar el sol? ¿Qué pasó con vitrinear o sentarse en algún parque a leer, o con disfrutar de una tertulia y un postre en un café?
Ya hace algunos años me rebelé contra el tráfico. Soy de armas tomar en ese asunto. Bueno, no soy tan extremista. Okay, no a las armas, pero sí a caminar. O bicicletear. Considero que la vida es demasiado corta para pasar a diario horas y horas metida en un carro, con la vista perdida en una larga fila de vehículos. Seguir leyendo...
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