Los hombres, cutacha en mano, botas de hule marca Colibrí, sombrero de ala ancha y pañuelo rojo en la bolsa trasera derecha del pantalón, bostezan y cargan el morral que lleva mangos, tortillas, un recipiente con frijoles negros cocinados con hojas de apazote y, por supuesto, no falta el tecomate con agua pura, una bolsita con chiles picantes y un puñito de sal. Seguir leyendo.
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