domingo, 21 de marzo de 2010

El oficio del traductor

En el universo de la literatura son muchos los retos para el traductor. De ello escribe Julio Serrano Echeverría.




“Figúrese Ud. amigo, si no es para desesperarse uno. Hasta ahora oigo que pisto no es palabra castellana. ¿Será, pues, griego o pupuluca lo que allí hablamos? Luego sucede que en el condenado hotel donde vivo, nadie me entiende una palabra. En vano he recurrido al consejo que en ésa me dieron algunos amigos, y que es un tan sabido, de pedir sombrero cuando quiero pan; botas, si necesito mantequilla, y nombrar a la Pepa mi prima para pedir papel. Ni por ésas. Me responden siempre: Ay, no sé onde están”. Seguir leyendo.

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