domingo, 31 de enero de 2010

Por si las moscas

Jack Schuster*
Basta del sexo… o, por lo menos, de escribir sobre eso. Quiero hablar de moscas. Mucha gente cree que la única mosca buena es una muerta. No necesariamente. El orden Diptera (moscas y zancudos) contiene más tipos de insectos dañinos que cualquier otro, pero también tiene moscas buena onda.
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Por ejemplo, las Syrphidae polinizan ciertas flores, o las Tachinidae, que ponen sus huevos en las larvas de otros insectos. El año pasado tuvimos un brote de unas orugas grandes, verdes, con espinas amarillas aquí en la Universidad del Valle de Guatemala. Estaban por todos lados. Los alumnos las recogieron y me las trajeron (saben que, como profesor, prefiero orugas a manzanas). Puse varias en un terrario donde hicieron su capullo para empupar. Creí que vería unas palomillas grandes pero el terrario se llenó de moscas negras, gordas y peludas. Las larvas habían sido parasitadas por Tachinidae, pues esta familia de moscas funciona en el control biológico de plagas.

¿Y los malotes? El famoso colmoyote que ataca el ganado, y también a la gente, es aún más gordo que la mayoría de los Tachinidae; no dejarías a este monstruo acercarse a ti. Pues, tiene sus trucos. La hembra espera cerca de un charco. Cuando sale un zancudo hembra de su pupa, la colmoyote la agarra y coloca sus hue-vos sobre el cuerpo de la zancuda y la libera. El zancudo hembra (como no…) te encuentra y te pica.

El calor de tu cuerpecito caliente (y todos ustedes tienen cuerpe-citos calientes, excepto los lectores zombis) causa que se revienten los huevos del colmoyote y la larva empieza a barrenar tu piel, donde se desarrolla hasta el mo-mento de empupar.

Tengo una foto de una de mis alumnas en la cual muestra su ombligo y el hoyo donde vive un colmoyote. Tengo otra de alguien sacando la larva de uno (grande, blanco, espinudo y gordito) del ojo de un chavo. Es doloroso cuando se mueven adentro de uno. Otras moscas que atacan a los animales son los tórsalos, o mosca barrenador del ganado. Ponen sus huevos en las heridas de cualquier animal (incluyendo a mis lectores calientitos). Hay un caso donde los colo-caron en las fosas nasales de una persona, quien murió cuando barrenaron hasta el cerebro. Pero este tipo de mosca puede ser beneficiosa. Hay dos tipos, uno que come la carne viva, y otro que sólo come la muerta. Encontraron que, en la Primera Guerra Mundial, los soldados con heridas infectadas por moscas sobrevivieron mejor que los que tenían heridas sin moscas. El antibiótico producido por las larvas evitó la gangrena.

Los zancudos son otros malotes, por transmitir enfermedades como el paludismo o la encefalitis. Nunca voy a olvidar a mi profesor de Entomología Médica, el doc-tor Blanton, quien estuvo en el ejército, como entomólogo, durante la Segunda Guerra Mundial. Un día en la cafetería pidió una porción de “pie con pasas”.

El cocinero movió la mano sobre el postre diciendo que era de limón, mientras las moscas despegaron de su dulce pista. Blanton y el cocinero fueron a la letrina y echaron harina sobre los pasteles humanos. Cuando regresaron a la cafetería vieron huellitas blancas sobre el pastel de chocolate. Se vertió combustible de avión en las letrinas para matar a las moscas y sus larvas. Funcionó muy bien, excepto porque un tipo tiró su chenca en el hoyo mientras leía el periódico. Muchos soldados durmieron sobre sus panzas por varios días. Así que, si hay una mosca en tu comida ¡APLÁSTALA! Por si las moscas.


*El doctor Jack Schuster es director del Laboratorio de Entomología Sistemática de la Universidad del Valle de Guatemala.

1 comentarios:

Lilian Marquez dijo...

¡Fabuloso Doc! ¡Cómo siempre!