Edwin Fión | Bailarín
Bailar tiene más implicaciones de las que uno se imagina. Eso se entiende luego de conocer al guatemalteco dedicado a la danza que nos presenta Jaime Barrios Carrillo.
Danza y humanismo.
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“Para llegar adonde uno quiere llegar, tiene que ser uno perseverante. Las cosas no llegan de la noche a la mañana; toman años. Así que uno debe creer en sí mismo y tener un plan. Además, es indispensable ser disciplinado, constante, tenaz, audaz, y vencer el miedo y seguir su corazón”, me dice Edwin Fión desde Nueva York.
Edwin labora como artista escénico para dos agencias y para diferentes compañías, mayormente en el área de danza. Entre sus presentaciones más importantes destacan: una gira en EE.UU. con el concierto de música y danza Pasteures of Plenty; la participación en la telenovela One Life to Live, de la cadena televisiva ABC; el concierto Tapas, en el teatro Alvin Ailey, en Nueva York; la participación como coreógrafo invitado en la producción off-Broadway Arabian Nights, y la colaboración con Sony Music y Flash Entertaiment.
“Mi cabeza está siempre creando imágenes, coreografías, fotografías y poemas. Mi intención es hacer que los programas que ahora dirijo sean llevados a más escuelas, colegios y a cualquier otro establecimiento educativo dentro y fuera de Nueva York. Inspirado en ello decidí crear NY Dance Residency. Es una compañía que provee programas artísticos y educativos en los niveles primario y secundario. Sólo en el primer año de la compañía hemos alcanzado más de 5 mil estudiantes. Ahora trabajo en llevar estos programas a Sudáfrica y Guatemala”.
Antes de tomar la decisión de quedarse, Edwin ya había estado en Estados Unidos para concursar o representar Guatemala en diferentes eventos. Pero no fue sino hasta el otoño de 2002 cuando probó suerte en Nueva York: “Después de dar audiciones durante una semana, seis compañías me ofrecieron contratos formales para trabajar. No lo podía creer: después de tanto tiempo y esfuerzo mi sueño se estaba convirtiendo en realidad. Acepté el contrato con la compañía The Vanaver Caravan”.
Ser bailarín y coreógrafo profesional ya no es un sueño para Edwin Fión; es su realidad cotidiana. La carrera meteórica de este joven talento guatemalteco está llena de logros: “La satisfacción más grande que he tenido fue cuando trabajé con las Naciones Unidas en el proyecto de 9/11.
Junto a otros educadores y artistas trabajamos con familias que fueron víctimas de la tragedia del 11 de septiembre del 2001, utilizando la danza y el arte como medio curativo para sus invaluables pérdidas. Esto dio un giro completo a mi misión como artista. Me di cuenta de lo poderosos que son el arte y la danza, no sólo para curar heridas, sino también para prevenir y educar. Estaba muy inspirado y quería utilizar la danza de forma diferente. Ante mis ojos el mundo clama por un cambio positivo”.
Y sobre el futuro nos dice: “Tengo mil proyectos en mente, entre los que están mejorar mi técnica vocal, cambiar mis papeles para obtener la Equity Card y así poder audicionar para Broadway; espero estar allí en unos 2 años. Y sueño con un mundo con más sonrisas y menos armas, más sueños y menos guerra. Sueño también con que los guatemaltecos dejemos de criticar, señalar, y en lugar de eso nos tomemos de las manos y digamos sin miedo: ¡Hasta aquí! y levantemos a Guatemala de una vez por todas”.
T: Jaime Barrios Carrillo. jbarrios@sigloxxi.com F: Archivo, Siglo 21.
domingo, 2 de agosto de 2009
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