Max Leiva
Oswaldo J. Hernández entrevista a un escultor que se opone a la idea del arte como algo muerto.
Cuando nomás se ha puesto un pie en el taller de Max Leiva ya uno se siente minúsculo. El estudio es inmenso, dividido en tres grandes salones. Hay mármol por todas partes y de mármol hay también ensayos y miniaturas de trabajos terminados o en proceso. Seguir leyendo.
domingo, 9 de mayo de 2010
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