domingo, 2 de mayo de 2010

Lilith

Johan Bush Walls

El único embarazo de mi madre duró doce meses, los médicos llamaron a aquel fenómeno súper-fecundación y no explicaron más. Primero nació mi hermana, justo a los nueve meses, de parto normal, el abuelo la nombró Lilith. Era una niña fuerte y hermosa, pesó nueve libras. El asombro fue cuando notaron que el vientre de mi madre seguía creciendo, un ultrasonido reveló que adentro había otro bebé; por eso fue necesario hacerle una especie de operación cesárea justo a la altura de las costillas, porque ahí me había alojado yo. Seguir leyendo

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