Interior de La Casa de Cervantes, zona 1.
Cristóbal Pacheco no puede alejarse de los libros. Por más de dos décadas ha trabajado rodeado de ellos. “Te felicito vos, seguí adelante”, “¿Estás seguro?, yo que vos no me arriesgaría”. Eran las respuestas que recibía cuando contaba sus planes: “Voy a abrir un librería”. Seguir leyendo.


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